Violencia

viernes, 23 de septiembre de 2016

Violencia, ira y descontrol.

Colgado, como es uno, prestando atención pero colgado, Auto, noche, 80km/h, nada para contar.

De repente cerca de tu casa ves dos cuerpos que se mueven y forcejean en la vereda. Curioso, de este estado zen concentrado a que el universo te diga MIRA ESO, y vos mirás. (mirás me la pone en rojo el autocorrector pero a mi me gusta como queda escrita).
Y los ves. Ves el ida y vuelta entre dos masas, bajas la velocidad del auto. Ropas oscuras, discernís hombre y mujer. V i o l e n c i a de género en un instante y el corazón se te sale del pecho. No pensas y te tiras del auto, alcanzas a apagarlo y meter la llave en el bolsillo porque es algo casi autómata.

Eh! EH FLACO SOLTALA! (no sabés qué pasó, que está pasando, qué va a pasar, estas cegado, solo ves un chabón forcejeando con una mina). Se da vuelta, qué?. SOLTALA FLACO,

-RAJA DE ACA PENDEJO.
SOLTALA TE DIJE(ya estando cerca de ellos)
-QUE TE PASA GIL VOLA DE ACA
LA CONCHA DE TU MADRE IMBECIL, LARGALA PORQUE TE ASESINO
(la suelta, me mira, me empuja con el empujón con el que arranca cualquier pelea, con aires de decirme : yo ya estoy curtido de eso, me vas a venir a torear a mí? pibito? vola de acá si no querés ver una masacre)...va, yo interpreté que me quiso decir eso con el empujón.
Yo hecho una bestia, pero temblando, muy asustado, las piernas temblando, los brazos sin fuerza, todo débil, y solo furia enceguecida en el corazón. Qué me pasaba? Qué hice? por qué me bajé? Estoy loco ? este flaco esta loco, acá me fajan, tenemos que hacer algo.
Bajé el tono de voz cual débil novato. Flaco pensá lo que estas haciendo, estas loco? como le vas a pegar a una mina?
Y VOS QUE SABES LO QUE ESTABA HACIENDO GIL LA CONCHA DE TU MADRE, o algo así.
Segundo empujón. Mas miedo, estaba jugado. Muchachos estamos jugados. Lo empujo de vuelta y no surge efecto el empujón porque acto seguido me como la primer piña en el estómago, sentí como se reacomodaba mi diafragma porque no la ví venir, ni dura la panza pude poner. Empujón contra la pared y así al piso temblando, pensando en qué me metí y rogando que todo esto muera acá, en una piña de ubicate. Me paré y lo perdí por medio segundo, y al otro segundo lo encontré, volviendo del volquete que había en la calle lleno de escombros con un caño redondo, amarillo, parecía de gas pero por la noche no se notaba, no muy largo pero tampoco corto. Me llamó la atención por un momento quien sería tan idiota de tirar un caño de esos, si salen mucha plata. Mirá lo que pensaba el chabón en vez de pensar que se lo iban a querer partir en la cabeza.
El primer "batazo de swing derecho lo paré con el antebrazo. Para el segundo ya me había casi parado y fue desde arriba, logré poner la mano pero me pegó muy fuerte en la muñeca derecha, pensé que me la había roto, sentí el golpe hasta el codo. En el momento volvió todo, la potencia, la ira, la violencia, la fuerza, lo salvaje, se puso todo mas luminoso y lento, escuchaba latir mi corazón y de pronto todo fue calmo, y sentí en la lejanía un "dibuje maestro" "soltate" "desatate". con el caño de el en la mano fueron tres piñas seguidas a su mandíbula hasta que soltó el caño , instantáneamente lo tiré lejos para sacar el objeto del escenario. Cuando se quiso defender ya era tarde, cuarta piña , esta vez al cuello con la mano derecha (utilizada de bestia y sin sentir dolor en la muñeca). La del cuello lo descolocó, empezó a  toser, se dobló para abajo , me empujó vagamente y sin éxito. Lo vi toser , lo disfruté sufriendo y me generó placer hacer sentido lo blando doblarse en el golpe. La primer patada fue  de frente a la parte de arriba de su cabeza, lo que imagino habrá repercutido fuertemente en su cuello. Hubiese deseado estar en zapatillas y no con estos zapatos de oficinista. Esa patada lo paró, mareado pero lo hizo enderezarse, de ahí en adelante, es todo historia. En ese momento supe que había algo mal con mi rodilla, tal vez me había golpeado cuando me fui al piso. No me importó, la derecha es la buena y es la de los rodillazos. Agarrado de la nuca y fuerte a la napia, como aquella vez en tercer grado, con 40 kg mas de masa corporal encima y otros tantos kilos mas de violencia. Paré cuando me vi la sangre en el pantalón. Curioso es que ese mismo día se me había roto un poco y dije: que paja tener que comprarme un jean. No hacía falta ensangrentarlo para tener que de hecho ir hasta una casa de ropa a coomprar un jean y quemi vieja no me pregunte por qué tengo el jean lleno de sangre un jueves? .
Cuando lo solté simplemente era peso muerto, cayó al piso pero se movía. Supongo que decidió quedarse ahí por amor al arte. La chica ya no estaba, y yo necesitaba patearlo hasta que deje de respirar pero no lo hice, algo me dijo que ya era suficiente, y apenas me arrepentí de pegarle me puse a llorar, ahogado, contemplando los segundos que habían pasado. Porque todo este relato no llegó a ser un minuto neto, o dos tal vez. Una locura la teoría de la relatividad. Me subí al auto, manejé hasta el shopping. Me lavé las manos, me limpié la ropa todo lo que pude. Me compré un jean. Fui al baño, me lo cambié. Volví a casa. Entré, fui a mi pieza, lo puse de nuevo en la bolsa, me puse un jogging. Bajé el otro pantalón del auto. Nadie vio nada, pero yo vi todo, Antes de las doce estaba bañado y durmiendo. Cené poco. Desayuné poco, Pero estoy bien. No se que va a salir de todo esto, probablemente borre esta nota después de escribirla pero necesitaba contarte que había pasado.

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