Recuerdos que tal vez...

A la edad de 18 años comencé a trabajar en el centro atómico de Ezeiza, puntualmente en Conuar (Combustibles Nucleares Argentinos). Entré como pasante por un sistema dual con la cámara alemana, muy canchero este acuerdo ya que se trabajaban ocho semanas, se estudiaban 4, se trabajan 5 , se estudiaban 4, se trabajaban 7, se estudiaban 5. Realmente interesante ya que cuando a uno se le empezaba a colmar la paciencia, pum , cambiaba la rutina.

 Estaba en sector de mantenimiento , puntualmente mantenimiento electrónico de máquinaria y equipos varios. Recuerdo que la oficina era vidriada, Dos escritorios, uno del gran Pablo "Moli"  Molina y el otro del inigualable Roberto "Tito" Blanco. Después en la mesa laburabamos junto Marcos " Tranca" de Souza.
En el taller estaban "El Bubu", Alejandro "Gamberro " Mendoza, y mas allá los eléctricos y mecánicos. Olmedo y Porcel alias Marcelino y redondito. Javier "el sucio " Soto. Agustín " el gordo " capará. El ingeniero Don Pablo "El Jefe" Terroni. Y ni hablar de mí, Facundo "Lechuguita " López.


Pero dejemos de volar con los apodos y vayamos a la máxima.

Tengo el vivo recuerdo de un ingeniero mecánico, treinta y algo de años. Pelo muy corto casi como Brad en Sr.y Sra Smith.

Cada tanto venía al taller. con sus zapatos negros, de punta, lustrados, un pantalón de vestir apretado, elegante sport, bien distinguido, con cinturón acorde, camisa entallada y chaleco si hacía frio. Mangas sutilmente arremangadas, reloj y café en la mano.

Muy amable caminaba por la nave y hacía alguna que otra pregunta sobre algún proyecto. Controlaba y se iba.

La primera vez que lo ví pregunté: Y ese quien es?

No recuerdo el nombre, pero me explicaron que era un ingeniero que controlaba que se estén haciendo las cosas, iba a chequear los trabajos en curso, mecánico, recibido, tenía una empresita de coronas dentales también.

Y como si fuese hace diez minutos me acuerdo que le dije a Moli, Que ídolo, yo quiero ser como él....

y me pone muy contento saber que estoy ahí, a mitad de camino. Trabajando en una empresa donde me puedo pasear con mis zapatos, mi pantalón de vestir, mi camisa arremangada sutilmente, entallada, reloj, cinturón acorde, controlar proyectos y volver a mi oficina. Me estoy convirtiendo en aquello que vi y proyecté para mi vida. Contento con el avance laboral y universitario.

Esto es un ancla a la memoria. Sea cual fuere el momento en el que estas leyendo esto, no aflojes. NO AFLOJES, no dejes de tirar de la soga. Proyectá. Por esto lo estamos haciendo, no tires a la basura todo lo que logramos. Naciste para esto, soñaste con esto. No aflojes. Se fuerte. Que a las circunstancias las boicotea el tiempo (lpda). No aflojes, no aflojes, Fuerte, para adelante. Con corazón.

No aflojes.