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martes, 19 de septiembre de 2017

Que fuerte todo esto, el viaje se pone cada vez mejor, yo cada vez estoy mas contento y lo mejor de todo es que todavía falta para que esto termine. Hacía tanto que no gozaba de tamaño tiempo al pedo y todo para mí que al principio no sabía como encararlo y ahora no se como dejarlo.

Ay Berlín Berlín, sos lo mas lindo que me pasó en lo que va de esta travesía.

El tren llegó a las 5:30 am a la terminal principal (haupbanhof) que claramente me impactó porque tiene CINCO PISOS, una puta terminal de tren con 5 pisos ! planta baja, primero, segundo y dos para abajo. Aguantame la risa wachín.

EL hostel quedaba a 17 cuadras así que a esa hora y teniendo que hacer check in recién a las 14hs no me quedaba otra opción que arrancar a caminar tranqui, total sabía que podía dejar mi mochila grande con un candadito y hacer otra cosa hasta el momento del ingreso. Entonces arrancamos, dar los primeros pasos en una ciudad a las 530 de un jueves te permite observarla con una paz tal, que toda la gente parece no existir (porque de hecho no había nadie) y se vislumbran mejor detalles y sonidos bellos. Fueron 17 cuadras muy lindas pero no dormimos nada en toda la noche así que estaría queriendo llegar para ir al baño y descansar un poco tirado en algún lado. No sucedió. Llegué, dejé las cosas y el espíritu que viene caracterizando este viaje me hizo agarrar un mapa y comenzar a calcular. Eran cerca de las 6 am, había que desayunar, dormir, bañarse, como primeras tres medidas. Ah también había que tener internet nuevamente porque el chip que compré en frankfurt funciona para todo europa...menos para Berlín. El café mas cercano abierto estaba en la estación, de donde yo venía, pero claramente queríamos merendar como corresponde, y gracias al amigo foursquare encontramos un excelente lugar que habría a las 8:30 am. Salí del hostel 630 am y me dediqué a dar los pasos de reconocimiento de zona, ya con mas gente alrededor en la calle, por supuesto que la ciudad es preciosa y me hospedaba en una zona céntrica pero no como el centro de bsas, un centro tranquilo, con tinte a poco poblado, sin embargo imponente y cerca de todo, a 5 minutos de caminata de la isla de los museos, una locura!. Encaré para el café y fuí el primer cliente. Mientras estaba desayunando se sentó un hombre de unos treintayalgo, bastante flaco, estilo alemán castaño. Cuando vio que estaba con un mapa y hablando medio raro con la mesera me preguntó de dónde era y por supuesto con orgullo respondí: De Argentina! . Hablamos un rato y se fue, muy amable, una actitud que en nuestro país hubiese sido rara ahí era algo de lo mas normal. Elmar se llamaba el flaco, un buen puntapié para arrancar bien con la gente del lugar.

De ahí a la alexanderplatz, conseguimos internet y subimos a la torre, hermosa vista de todo Berlín, por supuesto a medida que caminaba las estructuras y detalles arquitectónicos no hacían otra cosa mas que sorprenderme.No recuerdo que almorcé pero si recuerdo que seguí haciendo cosas ese día, visité muchos lugares y llegando a las siete de la tarde me parece (todavía un sol radiante) lo ví, se asomó por detrás de un edificio y me dejó anonadado, apuré un poco el paso para poder tenerlo en frente y apreciarlo como corresponde, muchísima gente en la plaza pero no importaba nada, estaba ahí, enorme, imponente, el berliner Dom. Nunca en la vida había visto algo tan impresionante como esa catedral. La llené de fotos y crucé a tocar la puerta, los cimientos, las columnas, necesitaba conectarme con la historia. Me percaté de que se vendían tickets para entrar así que ni lo dudé, los mejores euros gastados en mi vida junto con la audioguía. Para qué Mabel, cuando entré literalmente me puse a llorar, a los diez segundos de comenzar la la pista de audio comienza a sonar un órgano y coincide practicamente con el momento en el que ponés un pie en la cámara principal del lugar, no hay combinación mas letal que esa, si tenías lágrimas guardadas este era el momento de largarlas.
El audio te pasea por todo el lugar, por el museo que hay arriba, por la cúpula y por las criptas que hay debajo. Señala detalles como la muerte sentada delante del sarcófago de sofía escribiendo su nombre en un cuaderno. Recuerdo todavía el escalofrío que me recorrió las venas cuando estaba en las criptas. Que momento fuerte.

Al salir llovía, y a mí la lluvia no me molestaba. Lo lindo de esto fue que la gente vació el parque y me dejaron la toma perfecta a mis pies, una foto del Domo todo para mi solo. Gracias por tanto ! perdón por tan poco.

Me fui para el hostel y al llegar estaban todos mis compañeros de habitación. Cinco holandeses, dos hombres, tres chicas. Tom era el novio de una de las chicas, Walter era gay, y de las dos chicas que quedaban a una le gustaban las mujeres y la otra era un encanto pero nadie sabía para que lado pateaba. Todos macanudisimos. Me preguntaron por supuesto de dónde venía, cuál era mi "onda", todo en un inglés medio extraño y me dijeron que iban a comer algo, si los quería acompañar. Recuerden que yo me desperté a las 8 am en dusseldorf un miércoles y ya estábamos cerca de las 9 de la noche del jueves, sin dormir. Pero que va, estamos en Europa, obvio ! me baño y salimos? Por supuesto.
Así fue como arrancó la noche con esta gente, tren hasta el este y a comer en un lugar muy pintoresco, alejando del centro. Mas bohemio si se quiere, mucho mas lindo. La persona que lo atendía nos terminó regalando unos shots por la buena onda. Encaramos para un bar gay así los chicos podían divertirse y de ahí fuimos a Tresore Berlin. Un quilombo de la san concha, electrónica muy palera. A las 4 am mi cuerpo dijo basta, tom y la novia ya se habían ido y era mi momento de retirada, caminar 40 cuadras hasta el hostel nunca fue tan buena idea, no había un puto taxi y ahí llegué yo, detonado a la habitación. Dormí hasta las 11 y 20 de la mañana, medio como que saltié un poco el desayuno, alquilé una bici y me fui a almueryunar cerca de las catedrales, después metí puerta de brademburgo, parque, torre de la victoria, memorial a los judíos, recorrí casi todo Berlín en bici, fui al kaiser, ahí metí una suerte de merienda que sonaba mas a segundo almuerzo, pegué un millón de vueltas hermosas y volví para el hostel a pegarme un baño y encarar la noche. Estaba tan matadao que solo quise bañarme, comer y dormir. Al otro día también metí bici y me encontré con dos uruguayos en la recepción. Los holandeses se fueron a las 9 am con la promesa de que nos íbamos a volver a ver algún día, hermosos. Los uruguayos Nico y Agustín estaban sentados viendo que hacer y al toque entendimos que éramos del palo de la jodita, quedamos en salir esa noche a cenar y meter fiesta. Ese día me tomé el tiempo para irme hasta el nosecuantoparque memorial a los soviéticos caídos durante la segunda guerra mundial. Una locura de hermosura arquitectónica y el silencio que se te plasma en los huesos cuando girás a la izquierda y ves como se alza el largo camino hasta la estatua del soviético con una esvástica rota a sus pies, blandiendo una espada y cargando a un niño que pareciera ser rescatado, de una manera muy paternal. Que imponente. Dos pilares triangulares extraños protegen las puertas y a sus pies dos soldados arrodillados con un rifle en la mano y el casco en la otra. Me cansé de ver los detalles en las esculturas y me da algo de pena que las fotos no reflejen la inmensidad de estos lugares como estaría bueno que lo hagan.

Volví para el hostel, hice un par de cosas mas y fuimos a comer con los uruguayos, macarrones con queso, bbq ribs y al momento de brindar Nico dijo : Por el rio de la plata. Me había encontrado sin saber a dos personas geniales. De ahí a Matrix Berlin. MOMENTO ! me olvidé que ese día había ido a almorzar cerca del centro sin la bici una hamburguesa en un lugar que me recomendaron y compartí mesa con Alexa, una chica de Rumania bastante afable, estudiante de medicina que me pasó su instagram y después me invitó a comer un tiramizú.

Antes de entrar a Matrix me llega un mensaje de esta flaca preguntandome si iba a hacer algo mas tarde y si había lugar para una mas, ajaj venite para matrix mamá. La cosa es que llegó, se unió a los muchachos y a mí y todo muy bien. En momento x de la noche salimos a fumar un pirri bastante pulenta y ella dijo que fumaba así que giró para todos. Yo le di una seca tranca porque a mi suele dar sueño, ella le dio tres buenas secas sin tocer, me sorprendió la verdad porque no parecía pesar mas de 40 kg y se la bancó bien...bueno...mejor dicho, se la bancó hasta que un minuto después de la tercer seca cayó redonda al piso. SI , así como lo leen, se nos desmayó la Rumana. La asistimos y volvió en si a los pocos segundos, con los pibes dijimos listo acá estamos hasta la japi pero sorprendentemente no nos sacaron del lugar. La sentamos y se nos desmayó de nuevo, la grandísima puta madre que me parió esta flaquita. Tomó agua,se paró, estoy bien estoy bien y cuando soltó el agua dije ahí vamo de nuevo y así fue. Ya éramos expertos en atajarla, no se quiso ir del lugar, estuve una hora chupando frío ahí afuera hasta que la pibita activó y se sintió mejor, pasó el efecto del porris y nos dijo que tenía vergüenza, presión baja, etc, ta bien mamá no pasa nada , a todos nos pasó. Fuimos a  bailar un rato mas, comimos algo y a su casa, no quiso que la acompañemos y nosotros también estábamos bastante cansados.

Hoy me levanté, armé la mochila y salí con los muchachos al mauher park donde se arma todos los domingos una suerte de mercado y jodita muy lindo, brindamos mil veces mas con ellos durante todo el viaje y hoy brindamos por última vez y por volver a vernos, me despedí de ellos y acá estoy, en un tren, esperando a que este viaje siga sorprendiendomé y buscando todavía eso que que nadie sabe bien que es pero que existe y lo voy a encontrar.

Estamos todos en paz.

Berlín, fue un placer hermosa, te volveré a ver algún día.
Amsterdam, agarrate que estoy yendo.

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