31 y primero

martes, 19 de septiembre de 2017

Adios Frankfurt.

Ayer, 31 de julio, nos levantamos temprano, desayunamos y bajamos la aplicación necesaria para alquilar una bicicleta, por supuesto no resultó ya que tuvimos algunos problemillas para poner el número de teléfono en la cuenta, en fin, encontramos un lugar del otro lado del meno dónde al precer las bicis eran buenas. Estaba a casi media hora de caminata, pero cuando estás en Europa caminar no parece ser un problema, tenemos tiempo y ganas de sorprendernos. Fuimos hasta el local, llegamos alrededor de las 10:30 am. Nos querían cobrar 19 euros cada bici, una locura che! la mujer que nos atendió hablaba español, había vivido 5 años en España, y nos recomendó no ir por algunos lugares que tal vez eran poco seguros. Mamá, somos de Argentina. Claramente estalló en risas.

La primer parada fue en un supermercado, compramos algunas cosas para el almuerzo, una latita de coca cada uno, y partimos a la nosecuantotorre, una torre de casi 44 metros hecha de madera, en el medio de un hermoso parque, el viaje en bici hasta ahí fue excelente. Primero que nada volver a subirme a una bicicleta! después de tanto tiempo!, y segundo, el cachorro contento, yo contento, meta pedal descubriendo pedacitos de frankfurt que contrastaban totalmente con el centro de la ciudad. Cuanto mas nos adentrabamos en las calles, descubriamos casas hermosas, pequeñas hechas de madera, con un estilo quinta, mucho pasto, autos muy buenos pero año 2010, leasé bmw m2, mercedez benz, etc.

Llegamos a la torre después de gritar ITALIA un par de veces. Subimos, mas escalones dios!.
La vista era preciosa por supuesto, y ver los puntos de la ciudad desde otra perspectiva te hace grabar cada detalle en la memoria y atesorarlo, ojo, también te dan ganas de hacer lo mismo con tu país, con tu ciudad, con tu barrio. No puede ser que al final, voy a conocer la torre Eifel y no me subí a la torre de Ader.

En fin, almorzamos en el parque escuchando temas de la bersuit, divididos, calle 13 y charly garcía, muy cachorro style todo. Nos subimos a las bicis y partimos a una travesía. Bordear todo el meno, cruzar y seguir el nidda hasta el nosequeparque (después les prometo que busco el nombre y lo pongo). Habremos estado pedaleando unos 30km, ah no Mabel como teníamos el orto, a la miseria! a parte las bicis eran para pasear, digamos no estaban diseñadas con la mejor amortiguación del universo, de hecho no tenían amortiguación alguna. Vimos de todo, paisajes, autos, motos, casas. (Estoy escribiendo esto en el tren que va de Frankfurt a Dusseldorf y se me acaba de sentar una mina al lado que debe pesar 100 kilitos, y no por masa muscular. Lo mas grato de esto es que en este vagón los asientos son numerados pero al parecer los turistas no lo entienden, ven un asiento libre y se sientan. Espero que el verdadero poseedor de este asiento venga a reclamarlo, y que por lo menos no esté todo chivadito). Pasamos por parques, por calles llenas de árboles que no dejaban pasar el sol, y todo esto sin ver UN SOLO BACHE, ni uno eh ! todo bici-senda, estos tipos realmente saben lo que hacen.

Una vez que llegamos a este famoso y gran parque nos tomamos unas Schrweps (no me acuerdo como se escribe) mirando el pasto y a unas chicas que se estaban tomando un cafecito ahí cerca, no dejaban de relojear y el cachorro se hacía el poronga con esa risa carcaterística que tiene. Lo pienso y me emociona saber que está contento pero me parte el alma haberlo despedido hace un rato en la terminal de trenes para que vaya a Barcelona, creo que voy a estar tranquilo cuando llegue a casa y esté con mi familia, a la vez me garcha la idea de estar encarando esto, TODO ESTO, solo. Bah, "solo". Es una suerte de viaje de autodescubrimiento bastante emocionante y creo que me va a ayudar mucho a manejar mis emociones. Gus cortez me dijo antes de salir del aeropuerto, en un mensaje, "Que tengas un gran viaje, que aprendas, que te vueles la bocha, que recorras lugares, que te pierdas en algún pueblito o ciudad que también está buenísimo, que conozcas gente y sobre todo que traigas de allá lo que fuiste a buscar, sea lo que fuere. Vayan todos en paz nene, abrazo grande y buen viaje.

Eso era lo que necesitaba leer.

La cosa es que después de tomar las mierditas esas encaramos ya para el centro de frankfurt de nuevo, lo digo como si fuese OH EL CENTRO pero fueron 20 cuadras y nos metimos al shopping, había que conocer esa mierda y también ver si encontrabamos alguna ofertita, no fue el caso.

Íbamos a volver al hostel cuando nos acordamos que HABIA QUE DEVOLVER LAS BICIS! al final nos habían cobrado 10 euros a cada uno porque le dijimos a la mina que antes de las diez de la noche las devolvíamos, no las íbamos a tener las 24 hs, eran 12, y la flaca accedió. Acá estan acostumbrados a que la gente pague las cosas lo que salen, pero Argentina por su nombre.

Fuimos entonces a devolver y otra ve a volver caminando desde ahí, pasamos por el fulano puente (prometo que después busco todos los nombres). Lleno de candaditos todo muy monono. Seguimos para el hostel, elongueta, ducha, cachorro y a cenar.

LA CENA POR DIOS, nos fajaron algo de cuarenta euros y pico, una guazada, pero comimos lo típico de frankfurt, con birra paulaner hecha en casa y vista al Dormer (la catedral esa a la que habíamos subido). A parte habíamos abaratado costos considerablemente en el almuerzo, quién nos iba a privar de una buena comidita?. Cuando estaba esperando a que el cachorro saliera del baño, ya habíamos pagado y llovió un poquito, unos 3 minutos, paró y nos fuimos. La idea fue volver por el río hasta el hotel, muy acertada. En cuanto pusimos un pie en la senda de una de las orillas del meno empecé a sonar Anguilita, de la gran piñata, en el teléfono, en ese mismo instante comenzó a llover de nuevo, y paró cuando terminó la canción, unos 20 segundos después. Como si de alguna manera la lluvia hubiese servido de manto y capa para ocultar algunas de las lágrimas que me quisieron caer, lágrimas que dispara ese tema y me hacen extrañarla.

Hoy nos levantamos, desayunamos y no me percaté de lo que sucedía hasta que preparé la mochila y fui a la habitación del cachorro, el estaba preparando la suya y puso un tema que me sacó muy de centro, decía en una parte algo como que yo , que hablo tanto del olvido, todavía me cuestan los despojos. No lo iba a ver mas por unas semanas, pero pensé, mi familia no lo ve desde hace meses, y yo lo pude ver antes que ellos, son tan dichoso. Hay que saber aprovechar lo poquito que la vida nos regala, y reconocer esos regalos, agradecerlos. También y por supuesto, hay que saber ser flor mientras vuelan guadañazos.

Nos abrazamos, y lo vi sentarse en el tren que lo llevaría al aeropuerto, subí la escalera y lloré, ni fuerte ni despacio, pero lloré. Como en este momento, tal vez un poco mas, ahí habían caído lágrimas, acá solo se me ponen vidriosos los ojos, esta angustia hay que saberla manejar porque en el fondo, muy en el fondo, quiero creer que no es angustia, es felicidad, miedo tambíen, no se lo que és, pero és.

Acá estoy, en el tren que les comentaba, yendo a Dusseldorf, espero que el clima no me juegue malas pasadas, ya que están podrían enterrarse unos cuchillitos no ? igual cuando lean esto va a ser tarde, y me gustaría decirles que no llovío en todo el viaje mas que algunas gotas.

Después de Dusseldorf viene Berlin, la locura,y mas tarde Amsterdam, donde tengo a Ailín, una cara conocida en el medio del viejo continente.

Estas notas me hacen extrañarlos, quererlos, a sea quienes fueran que estén leyendo esto, si lo están leyendo es porque 1)nivel de confianza. 2) Amor existente.

Un abrazo grande. Gracias por estar del otro lado.

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