San Pablo, comienzo del viaje

martes, 19 de septiembre de 2017

Como dije en una nota, este viaje empezó hace unos años, en mi mente. Como una gota que golpeaba sobre la superficie, hoy las ideas se materializaron, soltamos amarras y nos entregamos a la incertidumbre. Volveremos?

Estoy sentado frente a un gran ventanal (?) en el aeropuerto de San Pablo, tomando un café y haciendo tiempo para abordar el vuelo que me llevará a Frankfurt. Venir de Buenos Aires hasta acá fue un viaje bastante corto pero aún así le di unas vueltas a la música que traía en el teléfono y leí La hora del Diablo, de Fernando Pessoa. Cada vez que encaro ese ensayo le encuentro una vuelta distinta a las frases, a la manera de armar la situación y a como encontrarme conmigo mismo en la lectura.

En el free shop del aeropuerto Jorge Newbery me encontré con Nahuel Toledo, quién nos cree estas casualidades no? pero bueno, así fue. Él y su novia hicieron que la última horita de espera antes de abordar fuese muy rápida y vi eso como una buena forma de arrancar este viaje. Una señal tal vez.

Estaré llegando a destino mañana por la mañana de Argentina, osea a las tres y pico de la tarde de Alemania, me da un gusto a perder tiempo viajando, pero los aviones también son experiencia. Hoy vi la costa desde lo alto y bien de lejos, puerto madero, retiro, una locura que hacía años no observaba; reparé de mi cara de asombro durante el despegue, no lo podía creer y era algo tan básico como cambiar un punto de vista. Mi asiento contra la ventana, por supuesto, un asiento libre que nadie ocupó en el medio y una chica de Brasil en el tercer lugar. Hablemos de asombros cuando observé Sao Pablo desde arriba. Las casas coloridas! la arena, las plazas, las avenidas. Estoy seguro de que mi cerebro no se dió cuenta de la cantidad de información que estaba entrando por mis retinas, pero así como quien no quiere la cosa lo dejó ser, al momento. Me dejé existir y vivir esa simple experiencia de conocer como un ejercicio para ir ablandando la cabeza a lo que se viene. Ver París, ver Berlin!, la torre, los canales, el Parlamento. Barcelona, la Sagrada, todavía no lo puedo creer, no puedo asimilar que eso es lo que se viene y me siento muy feliz, me emociono. Voy a poder descansar, y eso no es poca cosa.

Quizás esté escribiendo estas notas mitad para pasar el tiempo y mitad a modo de anclas, no quiero olvidar nada de este viaje. Ojo, no digo que de no existir estos escritos yo me iría a olvidar del viaje, pero si digo que en los detalles de estos ensayos está el enriquecimiento que necesito para cuando quiera volver a leer, y de alguna manera subirme de nuevo a estos aviones en mi cabeza, recorrer las calles, sentir el calor, despegarme un poco de la ciudad de la furia y volver un ratito a esto que acaba de arrancar (que arrancó hace unos años como idea dijimos).

Es muy extraño tener que recurrir al léxico verbal de los ademanes para comunicarte en portugues por ejemplo. O de cómo siempre antes de preguntar algo sonreís para no caer mal y mostrarte vulnerable, del verbo "hola, necesito que me ayudes ".

Ya se está ocultando el sol, son las 17:43 y embarco a las 21 (aparentemente). Nos queda decidir si le agotamos toda la batería a esta computadora (porque claramente tengo adaptadores para todo MENOS para Brasil) o le dedicamos un rato a "Qué es la física cuántica". Lo iba a empezar a leer en el vuelo hacia acá pero me pareció bastante denso para un viaje tan corto, al margen de que ya lo leí y se que la única manera que existe para que vuelva a recorrer los caminos de Schroedinger es estar metido en un vuelo de mil horas de Brasil a Alemania.(Ojalá haya alguna peliculita, encontré una forma de bajar app de latam al teléfono y ver movies o series desde ahí pero vamos a ver si anda, no hay internet acá y el wifi es una poronga así que espero poder bajarla desde el sistema del avión, nada que un pequeño tapeo de teclas no solucione).

Hoy conversé conmigo, bah, como siempre. Fue antes de aterrizar, en el despegue estuvo todo mas que bien, adrenalina, emoción, una locura hermosa, música en mis oídos y los muchachos alborotados, exitados, no hubo ningún problema. Cuando el piloto dijo en portugues y luego en inglés que nos aproximabamos al descenso, no se por qué me puse un poco nervioso. El avión hizo una suerte de salto de montaña rusa y por dos segundos hubo gravedad cero, fue bastante brusco y toda la gente se exaltó como diciendo: atenti que este no jode. Arrancamos a descender con algunas turbulencias y se pusieron de acuerdo para por un lado calmar la ansiedad de estar en tierra, disfrutar el momento, la adrenalina, regular el consumo de oxígeno y hacer que nadie pierda la cabeza, entre ellos y para conmigo.

Sigue perdiendose el sol en un horizonte al que no tengo acceso visual, se empieza a poner un poco fresco acá pero nada que mi buzo y mi calor corporal no puedan bancar. Se prendieron las luces de la pista y esto es inmenso, es un aeropuerto muy grande (tampoco es que conozco muchos aeropuertos), Está separado en tres, yo llegué a la terminal uno y tuve que venir a la terminal 3, tardé literal unos 20 minutos caminando. Ahí van 20 minutos menos de espera y algo de caminata. Me pone contento haber estado escribiendo un rato largo y tener 89% de batería en esta cosa, realmente MUY contento, pensé que se iba a gastar mas rápido PERO NO, ahí tenés. Este viaje tiene momentos donde la ansiedad de que algo suceda te come la cabeza y por momentos soltás y te olvidas de todo. Esperando el despegue desde BsAs me llega un whatsapp de Pato preguntandome algo del laburo. En serio? no me dejan irme tranquilo!! ajaj igual a pato le respondo lo que quiera, de lo que no tengo ganas es de llegar a destino y ver un whatsapp, UNO SOLO, del gerente, porque sería una forma de atarme, es un tipo extraño que tiene por hobby joderme la cabeza. O tal vez solo soy yo, que me autodigo a mi mismo que él hace lo que hace como boicot psicológico y genero en mí iras innecesarias para canalizarlas de maneras muy hermosas.

La vista no deja de mejorar.

Inserte foto de este momento aquí.

Creo que no se llegan a apreciar las luces de la pista, tal vez porque no es totalmente de noche. Son las seis de la tarde (ay todavía faltan tres horas). Es como la espera para mas espera. Dejenmé averiguar cuanto dura el vuelo. Buscando check in. Dura 11hs y 50 minutos. Me había asustado porque claro, dice que llega a las 15 hs a Frankfurt, pero las 15 de allá, que serían las 10 am de acá. Ahí tenes las doce horitas. Con dormir 6 de las 12 yo ya me considero dichoso. Vuelvo a meter una simil plegaria por acá para ver si consigo ver una peli aunque sea, ahí matamos dos horitas, mas algo de batería que le pueda dejar a esto, vaya a saber uno.
Ahora si es tan de noche ! todas estas luces, una belleza.

Espero que la próxima nota que haga sea desde el hotel de Frankfurt, ya con el cachorro al lado mio, muero por abrazarlo, saber que está bien, que me cuente todo lo que hizo, verlo feliz. Se lo ve en las fotos, no puedo mas de la emoción.

Nota de color: después de almorzar encontré un par de asientos que no tenían el separador en el medio y metí la siesta que no metí en el avión, fue un éxito rotundo.

Seguiremos con esto, como primer nota me pareció bastante balbuceada y estirada, no a propósito, pero había que hacer pasar el tiempo, sabrán comprender.


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