Diecinueve de Agosto

martes, 20 de agosto de 2019

Soñé que lo mataba, de nuevo.

17 de Abril

miércoles, 7 de agosto de 2019

Inhalo, profundo, aguanto el aire y exhalo.


-17/04/2019-

Probablemente nunca leas esto, pero lo quiero escribir para sacarmeló un poco del corazón, porque me hace fuerza en el pecho y siento que hoy es un día que todos vamos a recordar, por muchos años.

Quiero hablarte sobre tu viejo, sobre vos, sobre lo que se supone que significás para esta familia.


Tu papá era el tipo mas duro del mundo, me enseñó muchas de las cosas que hoy se. Con el aprendí sobre el respeto, el honor, la camaradería; aprendí a hacer negocios, a leer a la gente. Sobre la noche, sobre el día, sobre los vicios, lo que está bien, lo que está mal, la moral, la ética, el coraje. Tantas cosas pasaron estos años, los anteriores a tu llegada, que me llevaría un libro entero toda nuestra historia. Hay cosas que no querría escribir, y tantas otras que no puedo.

Tal vez él tampoco lea estas palabras, pero si éste texto es para vos, tenés que saber que no te pudo haber tocado un mejor padre que el que te tocó. Sos y serás dichosa por siempre, corre en tus venas la pasión, corre en tu sangre la sangre curtida de alguien que se cansó de pelear y decidió rendirse al amor.

Desde que estabas en la panza ya empezamos a cambiar, no solo él, sino todos, a la par. Mutamos como grupo y como amigos, nos acomodamos a las necesidades futuras y decidimos (aunque ya lo sabíamos) que eras el cambio que todos necesitábamos, y ahora acá estas, entre nosotros, tan imposible que parecía todo y llegaste, con todas las teorías hechas práctica abajo del brazo.

No quiero ahondar en el amor que te tengo sin siquiera haberte visto, ni tampoco escribir un millón de palabras cuando lo que se quiere decir excede a todo vocablo. Puedo tipear por horas, pero en el fondo no importa, lo importante sos vos, la paz, el perdón de todos nuestros pecados.

Lo que si puedo hacer es prometer, sin decirlo, porque no hace falta, ser eterno a tu familia y a lo que necesiten, vos, tu padre, y tu madre. Sos el principio y el fin de un círculo, y la vida de todo hombre cambia al ser padre. A mi no me tocó y espero que no me toque por muchos años, supongo que vendrá el momento y recibiré esas vísperas a brazos abiertos, pero por lo pronto me contenta ser feliz a través de los ojos de mis amigos, de mis hermanos.

Tu viejo es, fue y será una suerte de guía para mí, como Virgilio, porque todo el mundo necesita a alguien que lo guíe por el infierno. Se de cosas que están bien, y de acciones que están mal. Comparto con él cierta brújula que hace que nos llevemos bien y confiemos, uno en el otro. Es importante esa confianza, de ahí partieron siempre todas las acciones. Ojalá puedas verlo con los ojos con los que yo lo veo y lo aproveches, porque a diferencia mía, vos compartís su apellido, y eso te hace brava desde la cuna.

Me pregunto a mi mismo, qué hará falta para dejar la noche? tal vez tengamos que ir caminando hasta la India..y me río, porque ahora India no está tan lejos.


Anclas de libertad

No voy a mentirles, es bastante turbulento el recuerdo del sueño que quiero anclar en estos versos. Me es imposible recordar las paredes, el clima, la vestimenta, como tantas otras veces he sabido plasmar al detalle, casi perceptible a las pupilas como a las huellas dactilares. Es extraño.

Tal vez del sueño lo que mas recuerdo son las sensaciones que me generó, no tanto así la película en si misma, y es por eso, supongo, que lo tengo tan presente. Será que existe una determinada capacidad de memoria superficial en nuestro cerebro a la cual se le asigna, al despertarnos, lo que pasó durante la noche. Si grabamos mucho detalle, perdemos sensaciones; si grabamos mucha historia, perdemos detalles, y si grabamos el dolor, tal vez perdamos todo el sueño.

Como un tiro en el corazón, arrancó de golpe por el principio mas hiriente, un doble tap en el pecho, porque la primer herida es la que corta mas profundo. La vi.

No se si estábamos en la calle, o en algún lado, mi cuerpo no dimensionaba el espacio triárquico (de tres arcos) que nos rodeaba. La tuve prácticamente al lado y se que venía con prisa y frené para mirarla, porque me di cuenta que era ella con el perfil del ojo, mirando de forma periférica, como quien va corriendo y ve con el lateral una vidriera y vuelve sobre sus pasos para pararse delante de ella y verla de frente.

Exclamé su nombre en voz alta con un tono entre la exclamación y la duda, Casciari diría que ese tono se llama deseo. Quería que fuese ella, o bueno, mi subconsciente , el que estaba entretejiendo el sueño que transitaba, quiso que así fuera. Y era ella.

Me llenó una emoción interna inexplicable de reencuentro, hacía muchos años que no la veía, por lo menos 5 o 6, sino mas, y ahí estaba, una parte de mi adolescente pasado. Por supuesto que la soñé con sus facciones de aquel entonces, no sabía si en realidad se había cortado el pelo, si lo había dejado largo, si tenía algún tatuaje o tal vez alguna cicatriz nueva, todavía tibia, de esas que al tocarlas se puede llegar a adivinar el tiempo que tienen en el cuerpo. Estábamos en el presente, eso era sabido.

Me gustaría que la siguiente línea fuese: en cuanto me miró nos abrazamos como dos extraños que piden perdón. Pero no fue así. Se que me reconoció con la misma sorpresa con la que yo la ví, y mi ser, desenvolviendo un amor fundido en aras de decirle cuanto tiempo! cuanto te extrañé, qué haces por acá, qué es de tu vida, cómo estas! se abalanzó a abrazarla con la fuerza de las olas de un mar rompiendo en el acantilado, y a medio metro de ella, levantó la mano en posición de pare, se puso mas derecha y retrocedió dos pasos.

Soy yo ! le dije.
":-Ya se que sos vos", me contestó, bajando la mano pero manteniendo la distancia. No me abraces.
Se puso seria y su cara no exaltaba la sorpresa que yo esperaba, ni siquiera una mueca, como si las fibras internas de su cuerpo no se hubiesen ni movido al verme emocionado por el encuentro. Fría. Distante.

Ese es el primer dolor que el sueño grabó en el disco. Punzante, como la bala en el pecho por la espalda, la herida que mas cortó. Qué hice? por qué esta distancia? está tu pareja cerca y no te puedo abrazar? no querés que te abrace te doy la mano, tal vez tiene un mal día, me habrá confundido con otro? no lo creo, tampoco soy el ombligo del mundo, pero no se, igual no nos vamos a hacer tanto problema por un abrazo, o si? . Que dolor de todas formas, sentí un abismo que desprendió una lágrima en la almohada. LO SE. por mas que al despertar haya estado todo seco.

Hice caso a la señar de pare, como todo virginiano respetuoso y tomé mas distancia aún. Hola! cómo estas? atiné a decirle. cuánto tiempo sin verte.

Muy bien. y vos?

Yo bien, venía apurado y la verdad que no me acuerdo (porque no me acordaba) a donde iba, y te ví. Quién te puso acá? y para qué? por qué me doles tanto? si hace añares que no te pienso.

No tengo idea, me contestó, debería buscar en algún rincón de tu mente, tal vez es el deseo de querer verme y preguntarme como estoy. Pero ya sabes que estoy bien, así que todo es en vano.

Ahí me di cuenta, que había algo raro, como usualmente me pasa. Empecé a escuchar el ruido de un auto que venía a buscarme, no se si pasó por la calle o si inventé el ruido para escapar de la angustia que me generó el rechazo del abrazo y la frialdad de la mente de mi interlocutora. Acostumbrado a tanta mierda durante años imaginé que el pasado de ese entonces iba a ser un poco mas suave conmigo , y al parecer no.

Sentí como un vació de aire en el avión, volvieron a mí los jóvenes dolores de aquel tiempo, ese llanto ahogado de no entender como se movían los mecanismos sociales que me dejaban fuera del común denominador juvenil. Me sentí excluido en mi propia vida, apartado del consentimiento que construí para conmigo mismo todos estos años ; recorrió mi cuerpo la inseguridad de la edad del pavo. Me sentí solo. Me dolía. Algún artilugio cósmico habría querido que ese tipo de herida se abra dentro mio, y puede que sea porque estoy buscando respuestas en el presente cuando en realidad se esconden en los dolores (y amores) del pasado. Es verdad que uno busca la felicidad de quienes se van , este es el caso, para con ella. No se si tanto ella para conmigo, pero estimo que si, sin rencores.

Me tengo que ir, le dije, que cagada que haya sido tan corto este encuentro! me alegro que estés bien.

No le di ni un beso, tenía miedo de romper ese espacio personal amplio que había creado. Cuando me iba me dijo Facu! y me agarró de la mano. Me dio un beso en la mejilla poniendose apenas en puntas de pie, me agarró de la otra mano y me miró desde abajo, de frente a mi. Hizo desaparecer el abismo y lo convirtió en puente, con una pincelada fugaz.

Ya no había en su rostro frialdad, tenía catorce o quince años y el pelo largo como en aquel tiempo, había olor a jazmin y en una de sus muñecas una gomita de pelo color violeta con estrellas de plástico en relieve, bastante grandes. Yo vestía de blanco de repente , como hace años no lo hago. Me dio un papelito y se fue, ella antes que yo. Parecía un ticket de supermercado chino hecho bollo, así medio larguito con un papel fino. Lo puso en mi mano derecha y me la cerró.

Y me desperté. Con una mezcla horrible entre angustia e incertidumbre, a la cual no queda otra que hacerle caso; tal vez los sueños sean el universo queriendo decirnos algo, o como dije alguna vez, tal vez es el destino dejándonos ver por el agujerito de la puerta que da al otro lado , o a los otros lados, por unos segundos, son cuestiones del mas acá . Estaba en mi habitación, había poca luz en la ventana,todavía sentía su beso en mi mejilla,  tenía la mano derecha apretada y ansioso la abrí para leer lo que había en el papel, y ese fue el segundo dolor, el de comprender nuevamente, que había sido todo un sueño... que no la había visto... ni abrazado.