Croacia

miércoles, 31 de octubre de 2018

La primera vez que vi un cuerpo ( cuando digo cuerpo digo sin vida) fue en la primaria, a los diez u once años. Estábamos saliendo del colegio al mediodía y la calle era un descontrol. Aparentemente la madre de algún chico habría ido a buscarlo en bicicleta y quiso pasar entre medio de un auto y un camión, perdió el equilibrio y su cabeza impactó contra uno de los barrales laterales del acoplado, fue muerte instantánea, segundos antes de que el timbre diera las doce y salgamos todos disparados. En esa época mis viejos se hacían cargo del transporte escolar de la escuela y con la camioneta estacionada justo en el frente se ocuparon de que todos , incluído yo, subamos a la chata sin ver a la madre del chico tirada en el piso, al lado de la bicicleta.
Todo el tráfico de Av.San martín estaba frenado, en ese momento uno no se percata de lo que realmente sucede, porque nuestro mundo es limitado a la capacidad sensorial de cada uno.
Alguien habrá gritado !!Que no salgan los chicos!!, seguramente, pero yo no escuché nada, o no lo recuerdo.
Si sé, a ciencia cierta, de que la vi.
Era mi turno de subir a la camioneta cuando me retracé a propósito, sabía que el ángulo que necesitaba para poder ver mas allá de las piernas era fácil de lograr con irme un poco mas atrás de la puerta, algo en mí necesitaba entender lo que era la muerte, ponerle una cara, una figura representativa en el mundo real.
Mi vieja creo que fue la que me agarró de la mochila y me metió en la camioneta, pero yo ya la había visto. No era una imagen muy diferente a la de alguien durmiendo, solo que en vez de estar en una cama estaba en el medio de la calle, y no se iba a despertar nunca mas. Pequeñas grandes diferencias.
Entendí años mas tarde que la muerte es un cambio de plano, y que lo que vemos ahí tirado no es un cuerpo, es tan solo un recipiente. Por supuesto que el recipiente ama, llora, rie, hiere, todo mientras es habitado. El secreto está en el alma, que vive por siempre.
Habrá sido entonces, creo, tal vez, interpretar desde tan chico un cadáver algo elemental para el accionar de hoy en día, donde recibo a la muerte como una vieja amiga que se me presentó cuando tenía diez años, y a lo largo de mi vida nos fuimos reecontrando por motivos varios. A veces venía por su cuenta, a veces la hacíamos venir.
El destino es así, hay una arquitectura predilecta hija de mil puta, perra y justa que obra en pos del bien mayor y nunca de explicaciones.
Ayer se me murió un amigo en brazos, ocho y algo de la noche el viejo dejó de respirar.
Intentamos todo, hasta lo inhumano, por nuestra parte y por parte de los médicos, pero cuando quisimos buscarlo para ver si todavía estaba con nosotros, no lo encontramos, el cuerpo ya era cuerpo, y quedó tendido boca arriba en el piso, con los brazos abiertos, encomendado a Dios.
Es curioso, hacía mucho que no hablaba con Dios y le pedía que me cobre sus deudas a mí, que lo deje acá, que desvíe el karma. Tiene tres nenes chiquitos Dios, cobrámelo a mí le decía, no me importa , cobrámelo...pero eran palabras de un jugador compulsivo pidiendole a un prestamista mas plata para jugar a la ruleta, Dios sabe cuando habla, con quien habla, y lo que le deben.
Le cerré los ojos, lo acomodé y me quedé con él, con mi amigo. Encomendé su alma al cielo y pedí que nos cuide, por algo la justicia divina lo quiso ahí arriba y no acá abajo en el infierno.

Es raro despedir a un amigo no tan amigo, con quien compartías risas, entrenamientos, comidas en la casa, el placer de ver jugar a sus hijos, el amor que irradiaba su familia. Es raro que todo eso se haya desmoronado. Que Roma no va a conocer a su padre, que Milo no entiende qué pasó, que Noah esté triste...es raro. Nunca una muerte es igual a otra.

La templanza viene desde adentro, y duele, se forja a fuego lento. No es un dolor pasajero que duele mucho y se va. No, el temple duele toda la vida un poquito, como una cadena perpetua, y es difícil, pero te permite mantener la estructura cuando todo el mundo se desmorona alrededor.

Si tenés los huevos suficientes para matar a alguien, tenés que tener el coraje necesario para ver morir a un ser querido, e incluso creo yo, que después de ver morir a alguien que querés, es mas fácil sacar una vida, que volver a sufrir otra pérdida.
La frialdad de esta balanza permanece inalterada. Solo sufro por los chicos, por Greta, por la familia, pero tienen que entender que es parte de la gracia del señor. Con fuerza hay que salir adelante, y vamos a estar acá para compañarlos.

Viejo querido, Croata, te voy a extrañar.

14/02/1980 - 30/10/2018
Salud amigo.

Julieta denunciando a Romeo

miércoles, 24 de octubre de 2018

Llueve, y como todo cliché, la lluvia induce a escribir. Por supuesto que hay que tener el tiempo y las ganas, pero a veces, sin tiempo y sin ganas, también hace falta.

Dicen, que la lluvia, en cierto sentido tiene el mismo poder que el de un abrazo, en muchas de sus materias. El milagro del agua cayendo del cielo limpia, silencia las bocinas de los autos que se escuchan afuera, hace que el corazón vaya mas lento, que el tiempo vaya mas lento, que la vida sea lenta. El agua, a parte de ahogar, enlentece.
Se hacen mas lentos el dolor, el olvido, el extrañar, no pasan más, parecen eternos. Pero como el tiempo no puede ir mas lento por razones físicas, lo que aumenta es la densidad de éstos últimos sentimientos, por cuestiones meramente matemáticas. Si el dolor en un minuto de sol, duele cien veces, y el tiempo cuando llueve parece ser el doble de lento, entonces treinta segundos de lluvia ( que simulan ser un minuto ) deberán doler cien veces,  y el minuto de lluvia nos termina doliendo el doble, terminamos extrañando el doble, y recordando aún mas.
Vendrán quienes tengan el libro de la teoría de la relatividad bajo el brazo (yo soy uno de ellos) a criticarme por escribir del tiempo sin permiso y meter en la cabeza de quienes leen ideas que no pueden ser, pero cada uno con su mente hace y piensa lo que quiere.
Está en la anatomía propia de las tormentas esa disociación entre la destrucción y la paz, y debe ser esa histeria la que me llama la atención, la que me enamora. De como se es capaz de curar tantas angustias, de traer tanta tranquilidad para algunos y para otros huracanar, romper, traer dolor, revolver el pasado. Estoy muy seguro de que el sol no puede con esas cosas, no le da la nafta para hacer tanto bien y tanto mal.
Será que somos tormenta? que cuando te oigo llegar te quiero, te deseo, te extraño, deseo mojarme en tu lluvia y revivir? y a la vez te extraño, me dolés en el medio del pecho y el corazón se me hace lento como el tiempo y no pasas mas, llegas para quedarte. No se que estás buscando, qué querés de mí ésta vez, si me vas a querer, si me vas a maltratar, pero te sigo esperando y te recibo a brazos abiertos, porque otra no queda. Puedo elegir entre mojarme o no, pero si te enojo es peor, es catastrófico, rompes, y yo acá roto, desarmado, sufriendo cada gota como si fuese la primera y la última, teniendo frío pero con vos, lloviendo en mí, con esa jurisprudencia impertérrita de hacer daño y lograrlo. Y cuando terminas de hundirme hasta el fondo de mis pozos, te vas, dejando entrar al sol por la superficie para demostrarnos que aún hay vida y renacemos, rotos, volvemos de vos, con los campos regados, con el fin de la sequía, con un dolor ya cicatrizado.
Quizás esta lluvia no sea igual a todas las lluvias, o éste agua no llegue a ser tormenta. Hay aguas que son solo aguas..y hay tornados encubiertos que se hacen pasar por viento. Como vos, como yo. No podemos mojar el mismo lugar, ni lastimar por lastimar a quienes no están peleando esta guerra, está prohibido por la ley tácita del tratado de Ginebra.

Este tratado se aplica en caso de guerra declarada o de cualquier otro conflicto armado que surja entre las partes contratantes, aunque una de ellas no haya reconocido el estado de guerra. También se aplica en caso de ocupación total o parcial del territorio, aunque la misma no encontrase resistencia. Todas las personas que no participen en las hostilidades, incluidos los miembros de las fuerzas armadas que hayan depuesto las armas y las personas puestas fuera de combate, serán tratadas con humanidad, sin distinción alguna. Se prohíben los atentados contra la vida y la integridad corporal, la toma de rehenes, los atentados contra la dignidad personal, las condenas dictadas y las ejecuciones sin previo juicio ante tribunal legítimo y con garantías judiciales. Los heridos y los enfermos serán recogidos y asistidos. En cada conflicto cada parte podrá tener una Potencia Protectora o un organismo que ofrezca garantías de imparcialidad, para ocuparse de salvaguardar sus intereses. Los miembros de las fuerzas armadas que estén heridos o enfermos tienen que ser respetados y protegidos en todas las circunstancias.

Entonces es así, tenían razón que para cerrar una herida se puede cocer pero también se puede quemar con un encendedor. La cicatriz horrible y efectiva de sufrir todo el dolor junto de una, en una lluvia, y verte venir, a lo lejos, respirar y sentir olor a tierra mojada, cuando todavía no llovió.

Plata y Plomo

viernes, 19 de octubre de 2018

Lleva la poesía el seno del plomo que esconden los casquillos de las balas que guarda, y es frío, como el invierno de madrugada. Quien toma un arma debe saber, desde el momento primero, al poner una bala en el cargador, introducirlo y llevarla hacia la cámara, que empuñarla ,el solo hecho de empuñarla y apuntar, es intrínseco a dispararla. No puede haber dudas de una decisión a la otra, porque la decisión es solo una.
No se empuña para probar, ni se apunta para asustar. Empuñar un arma es dispararla. Se debe ser consciente de esa sociedad incluso antes de portarla.
Entonces, si me vas a apuntar con un arma, que ese acto venga aparejado de un tiro, porque si el tiro no es inmediato, lo voy a saber, porque la vibración de los ojos te vende; porque la voz te tiembla, porque el que apunta para asustar, también está asustado. En cambio, quién apunta para disparar, no se detiene en el susto. Está tranquilo dentro de su caos, pero sabe de sangre, sabe de poesía, y sólo le falta tinta.
Si me vas a amenazar, ahorrate el circo, bajame de un tiro directamente, y en la cabeza, porque si quedo vivo, no vas a respirar tranquilo un solo día de tu vida.
Una decisión no es una sin la otra, es el conjunto de las partes lo que hace tan peligrosas a éstas maquinas que estallan pólvora y expulsan cosas. Uno lo ve cuando tira y cuando ve a gente tirar, en un ambiente controlado, con blancos adelante. Todos saben que va a salir un tiro de la pistola que tienen en la mano, que el tiro puede o no dar en el blanco que está 7 , 8 , 10, 12 , 15 o 20 metros adelante suyo, y aún así, el tiro los sorprende, los ensordece, les golpea en el cuerpo por el retroceso del arma, y tiemblan, algo en ellos tiembla.
Ahí reconoces a quién vislumbra el blanco y lo intercambia mentalmente por una persona, de carne y hueso, con vida, con trayectoria, con pasado, con ecosistema.
Si después de hacer ese cambio mental, dispara y la mirada no se le mueve un milímetro, los músculos no se le retuercen, y el corazón no se le acelera..bueno...eso es ser profesional, o estar totalmente enfermo.
Por eso me resulta cómico cuando a veces la gente me dice que soy muy inteligente, y a mí, se me ríe la vida , porque en realidad estoy completamente loco.


Las reglas del juego

Ensayo escrito el 16/10.

Nunca estuvieron bien claras las reglas de éste juego, mas algunas eran obvias, como la clandestinidad, el ocultismo, cerrar la boca, no hablar donde no preguntan, estar atentos, ser pillos. 
Cuidarnos entre nosotros, hacerle frente a los de afuera, no ocultarnos cosas, siempre todo claro y sin vueltas, sin medias tintas y con huevos.

Nunca quedaron bien definidas ni la aceptación ni las partes. Sí los amigos, en quien confiar, en quién no hacerlo.

Yo hace tiempo vengo vaticinando en el aire que todo ésto se está por desmoronar, lo que no sabemos es si es para bien, o para mal. Si en realidad se mueven los cimientos en pos de una reestructuración necesaria para crecer o se mueven de rotos y gastados, para obligarnos a tener nuestra vida, y que sea solo una, la del día.

Se han visto casos a lo largo de estos largos años, casos en los que miembros cercanos se han alejado de las cosas que hacen mal, pero que siguen viniendo a los cumpleaños, que siguen comiendo un asado en familia. Pero el accionar, que es lo que nos mueve, se reduce a mayor paso de lo que se amplía.

Es realmente lo que hacemos, lo que nos mueve? Hacemos lo que hacemos porque somos lo que somos...pero es realmente eso que decimos ser lo que somos? Y en consecuencia..hacemos lo que hacemos por creer ser lo que somos pero en realidad no ? Es el accionar lo que nos mueve? o es la familia?

A fin de cuentas nos puede el amor.

Cuando la ira nos impulsaba, eramos fuertes pero hoy en día estamos pagando pecados de hace años atrás, y hay que terminar con esto, cerrar el círculo que nunca se cierra.

Hay una sola regla de oro en éste juego, y quienes nos conocen, saben cual es.

El problema es que se debe cumplir a rajatabla.

Repito, no se cuando fue que comenzamos a transitar el camino del fin...pero en la madrugada del domingo 14/10 supe a ciencia cierta, de que lo estábamos transitando.

Me pone muy feliz, hasta las lágrimas, y esas mismas lágrimas me retuercen el corazón de tristeza, y a la vez me dan paz. Porque todo se termina, y ésto, al parecer, también tiene un final.

No es una carta de despedida, faltan unos meses y nadie sabe aún como van a quedar las cosas...pero no somos idiotas, sabemos que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que se lo aguante.

Las reglas están para cumplirse, y las debe cumplir cualquiera, desde el mas pequeño e insensato, hasta el mismo Jefe. Y he aquí el problema.

No quiere que digamos nada hasta que no se sepa con exactitud y lleguen los análisis del centro médico de California, porque todos sabemos que es un exagerado..pero bueno..

Se que nunca va a leer esto, ya le diré lo que tengo para decirle, pero tiene que saber que lo quiero, que lo queremos, con la vida. Que me tiro adelante de una y mil balas por él, y que sea cual fuese el rumbo de lo que nos queda, lo importante es lo vivido, y mierda que valió la pena.

Tiros al aire muchachos.
El conejo va a ser papá♥


CAFE

jueves, 11 de octubre de 2018

La felicidad es algo parecido a lo que siento cuando le doy el primer sorbo al café, y la tristeza, inmediata, de verme dando el último, observando la taza vacía, añorando el gusto que dejó. Tan corto el amor, tan largo el olvido.
Como si uno pudiese predecir un futuro incierto al observar la espuma del café recién servido, el cariño en su temperatura acompañado del tinte siniestro de las notas del grano espeso, del cuerpo del mismo.
Quemarse un poco la lengua como quien se equivoca y revivir en el tacto de la taza, en la acidez de la lengua, el placer del buen café, el aroma de la poesía. 
El olor a cigarrillo de fondo y una larga noche por delante, de escritura, de placer.
Y así cuando hay que inclinarse mucho para tomar los últimos tragos, ya sabemos que se está por terminar, y nos apuramos, para que no se enfríe, como tantas cosas que se deben procesar mientras arden, para que el último trago de nuestro amor no sea helado y feo, dejando un rastro horrible en nuestro cuerpo, olvidando el placer de las primeras veces.
Sobre el fin se ve el pasado, pero hay quienes dicen que la borra del café predice el futuro...yo no lo se. solo entiendo que se puede extrapolar la vida a una taza, y como todo, es hermoso mientras dura, como el café mismo, como el buen sexo. 
Como vos, como yo, ardiendo, volando en las olas y en la espuma, acabándonos el uno al otro, destruyéndonos por gusto y por consenso, hasta que al fin no somos nada mas que un pequeño rastro en un pocillo, que desprende aroma...pero ardimos, ardimos fuerte, y nadie puede decir lo contrario.

De la poesía y la teoría

lunes, 8 de octubre de 2018

Por qué? Qué fue lo que nos pasó ?...


Amaneció el viernes 5 de octubre y yo, nosotros, ya sabía, sabíamos, que iba a ser un día movido y muy de mierda. Laboralmente hablando caótico.

Hace un rato hablando esbocé algunas frases dignas de ensayo, como por ejemplo: De la enfermedad se está ocupando el amigo (por el gremialista). El tema son los pro y los contra de curar rápido una enfermedad. La velocidad y efectividad del curado vs dejarle la puerta abierta para que haga lo que quiera...y así fue.


Hizo lo que quiso.


La sangre, que no debía levantar temperatura por órdenes de la dotora (sin C) , empezó a hervir a cortas horas de la mañana. Transpirando con los puños apretados se desató una violencia interna que quemaba desde el estómago hasta el cuello, con el corazón enardecido , con ganas de destrozar cualquier cosa que se nos anteponga, de cualquier manera, a piñas, a tiros, a mordiscos , a cabezazos si hubiese hecho falta.

Fue tanta la fuerza que tuvimos que hacer para no desencadenarnos , que cuando llegué a casa a la noche cené, me duché y me desmayé en la cama, mas cansado que lo habitual, como si hubiese entrenado cuatro horas post trabajo.

La noche fue una catástrofe de mal sueño.

La mañana del sábado fue la resaca de la ira, peor que la ira misma, porque en ese momento ya era yo, intentando entender qué me había hecho, qué era lo que nos había pasado.

Me reconozco en esos estados, los entiendo, me entiendo, se qué está bien y qué está mal. Pero a veces la calma se consigue de maneras poco ortodoxas a las que no quiero recurrir, y tengo que esperar, a que sea el día, a no caer en la tentación por la facilidad. A veces es solo meditar. A veces es la cocaína. A veces es jugar con un cuchillo para distraer la mente; y otras es sentir el frío y el peso de un fierro cargado, empuñarlo, apuntarlo, apretarlo fuerte y pasearlo por la frente, con el seguro puesto, por las dudas de que se nos escape un tiro.