Viernes 26 de abril - Luna en Escorpio

viernes, 26 de abril de 2024

 Llueve, aunque parece que el sol asoma muy de fondo, detrás del gris y las nubes.

El agua se achispa un poco más sobre mi balcón. Por momentos baila, cae suave, acelera y vuelve a bailar.



Quiero tomarme unos minutos para entrar en trance conmigo mismo, conectarme con el pasado y volver a abrir los ojos. Esta parte siempre me cuesta, porque bajo de peso, pierdo fuerza, me olvido de algunas cosas. Vuelvo a ese que era, a esos vientos. El clima era otro, y no hablo del día puntual, sino de la temperatura general del mundo. Hacía un poco más de calor en los veranos, y más frío en los inviernos.
En aquella época la calle tenía otro ritmo, las hojas de los árboles caían de otra manera, como si la trazada del aire se hubiese modificado con los años.

26 de Abril, del 2013.


Si yo supiese cuantas veces voy a hablar sobre este día en el futuro. Lo viviría con más atención. Pero ha venido a mí una suerte de magia mística.
Mientras respondía unos mails en la oficina sentí una energía particular, dentro mío, arriba de estómago, abajo del esternón. En ese lugar donde se ubica la angustia, detecté un movimiento y me apagué. Instantáneamente me desmayé en la silla de mi escritorio, de esa empresa en la calle San Lorenzo.
Mis 65Kg de peso corporal tambalearon hacia adelante, y con lo último que me quedaba pude tirarme hacia el respaldo, donde quedé rendido, pálido, apagado.

A los pocos segundos volví, bajé, fui al baño a lavarme la cara y me volví a sentar en mi escritorio. Sabía algo nuevo.

Es difícil de explicar, mucho más con palabras. Me vi a mí mismo.

No del verbo del espejo, sino a mí, otro ser. Mi yo del futuro. 

Sin hablarnos entendimos los dos que habitábamos una singularidad del espacio tiempo, donde todo ya había sucedido. La línea de la vida, el nacimiento, ella y la muerte. Podíamos observar todos los sucesos juntos, estirarlos, separarlos, subirlos, bajarlos. Yo con temor, mi otro yo, mas viejo, con soltura.


Dónde estamos? le pregunté.

En ningún lado, fue la respuesta. Los seres terrenales y esa necesidad de llevar a la lógica geográfica todo lo que les sucede. Dónde? cuándo? cómo? No importa.

Vos sos yo verdad? pero más viejo.

Efectivamente, once años mas viejo para ser exactos.

Qué pasa en once años? por alguna razón apareciste ahora? 

Nada pasa en once años, y todo pasa en once años. Si buscas en el fondo de tu ser te vas a dar cuenta de que siempre supiste ver el futuro; solo que hay cosas dentro tuyo que, para que no pierdas la cabeza, acomodan la clarividencia para que seas feliz.

A qué viniste entonces? para qué estamos acá?

En unas horas vas a vivir el momento mas feliz de tu existencia, por lo menos la existencia que se comprende entre el año cero y mi edad. Después va a venir el dolor y un poco mas tarde todos los años de sufrimiento. Vos no lo sabes, yo tampoco te lo puedo contar.
Estamos acá para que sepas que te vas a morir. Un ratito igual, pocos minutos, pero te vas a morir.
Los médicos van a decirte que fue un pre-infarto; aunque la verdad es que años después, con estudios y demás, van a descubrir que se te desconectó uno de esos cables que mandan la energía a todos lados. El espíritu se te va a separar del cuerpo, no va a haber muerte cerebral, va a volver y va a estar todo en orden. Faltan unos meses igual, pero quería que lo sepas.

Algo más que me quieras contar? sigo sin entender nada.

Todo lo que te cuente va a ser olvidado en cuanto vuelvas, pero es importante decirlo, para que quede escrito en algún lado. Vas a vivir con un sentimiento adentro, que te va a ayudar a vencer y sobrellevar muchas cosas. Vas a saber que volviste de la muerte. 




Quise preguntarle mas pero abrí los ojos en mi oficina nuevamente. Me preparé un café e intenté asimilar qué era lo que había sucedido. Una secuencia extraña. Por supuesto no recordaba nada.
Con el diario del lunes les cuento que tampoco me sentía poderoso, ni empoderado, ni con poderes místicos, para mí había sido solo un mareo.
Esa tarde pasó lo que pasó. Esa noche pasó lo que pasó. Ese año pasó lo que pasó, y los años que vinieron sucedieron como sucedieron.

Durante todo ese tiempo hasta hoy, sentí que me acompañaba un halo interno de emociones. Un estado del ser, un coraje. Y me pregunto, quién habrá sembrado esto en mí? a quién le tengo que agradecer esta convicción? 

Y escribiendo esto me doy cuenta de que somos nosotros, los que forjamos nuestro destino, pero mas importante aún: somos nosotros, quienes viajamos a nuestro pasado para cuidarnos. Y no se confundan, que aún sabiendo todo sobre el futuro, dejamos que el pasado transcurra como fue, no movemos ninguna piedra, no paramos ningún golpe. Eso que nos duele, es el motor de lo que nos transforma.

Tengo algunas preguntas

viernes, 22 de marzo de 2024

Cuando empieza el otoño, las primeras hojas en caer son de los árboles, o nuestras?

En dónde se guarda todo este dolor?

Cuánto hay que sufrir para darse cuenta?

Por qué siempre queremos un poco más? 

Ese poco más, a veces, nos cuesta la vida.

Cómo te olvido? si me pediste que no lo haga.

Cómo me cuido? si no vas a estar.

Como duele cuando el mensaje de "llegué a casa" se queda sin destinatario.

Cómo escucho música? si te encuentro en todas las canciones.

Cómo escribo sin escribir sobre vos? 

Cómo hago para vivir? si cada respiro que doy expulsa un gramo de aire que me separa aún más de tu cuerpo. Si tengo la mente tatuada de recuerdos tuyos. Si tengo mi casa empapelada con tu sonrisa y mis noches mas oscuras mojadas con tus lágrimas. Con mi cuerpo surcado por la traza de tus caricias. 

Cómo hago...para verte con otro.