Ahogado

martes, 21 de noviembre de 2017

Hoy me desperté pensando que era lunes, llegué al trabajo y me di cuenta que no. Que era martes.

El domingo a la noche, en algún momento, no recuerdo bien cómo, se me apagó la tele.

No me desmayé ! no quiero que se asusten. Hacía mucho que no me pasaba.

No escuché nada que me hizo enojar.

No sentí nada raro que me hizo querer cambiar.

Pero así, de repente, como si fuese parpadear, dejé de ser, y volví a ser.

A ver, no digo que me desperté hoy y todo este tiempo fui otra persona, tengo memoria de lo que pasó durante el lunes. Pero si otro me conociera, hubiese dicho que estaba raro...y lo estaba.

No lo puedo explicar, me encantaría poder hacerlo, pero excede a las palabras.

No existe una oratoria, como lo hago tal vez con la psicosis, para intentar llevar a un campo medio de palabras estas horas.

Todavía siento rastros de resiliencia, huellas de sentimientos que me cruzaron.

Es como estar en trance, pero consciente.

Ayer se que desayuné, que no le direccioné la palabra a nadie en mi familia.

Se que almorcé, que volví a dormir, que escribí palabras en un informe, y hoy al abrirlo no me jacté de haberlas escrito, pero una parte de mí si sabía que lo había hecho.

Hablé con gente, twitié cosas, fui a entrenar.

Me acuerdo que no tiré como siempre, la técnica fue distinta, mas errante, con mas fuerza pero poco táctica.

No comí lo de siempre, no estacioné donde siempre, fuí por otro camino. Viví la misma vida, pero distinta.

Repito, hacía mucho que no me pasaba. Es como estar en automático, regulando la cabeza.

Lo mas extraño, es que no los escuché en todo el día..fue recién hoy, que me despertaron a patadas, con el humor de siempre, ese buen humor de la mañana, y el café volvió a tener el mismo gusto, me volví a sentar en mi silla, volví a preparar el desayuno de siempre y puse la radio cuando me subí al auto.

No quiero que me pase mas esto, estamos muchachos?

No sabemos de que hablas. Nosotros tampoco estábamos ayer cuando pasó.

Y entonces? qué fue?

Ni idea Facu...ni idea.

Nov

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Hoy tengo pero no tengo ganas de escribir. Lo hago solo por necesidad.



Dulce retraso de la pena que condena,
del trazo , del trazar, de ir y venir, danzando,
pero cómo es todo? y a la vez nada, de la nada misma, del ser del universo.
De ese todo tan valiente, de esa nada tan fugaz.
Tenaz.
Voraz.
Certera.
Arisca
Furiosa.
Traicionera.

He escuchado decir: "lo malo del después son los despojos"
Que sutil, que despedida, que mala suerte,
la de los que esperan,
la de los que mienten,
la de los que se pasan la vida pensando en el futuro sin frenar a tomar aire, a disfrutar del viento en la cara.

Yo supe ser de ellos, también de aquellos. Supe tener ritmo de caos, y supe ser agua de tanque.

En tempestad, en temple estad, supe leer también, escrito en una estructura, en el medio de la circunferencia del puerto de olivos separada metros de la costa con un árbol en el medio y nada mas que agua a su alrededor.

Somos animales, en el fondo, y en la superficie también. Cuando amamos, cuando corremos, cuando tenemos sexo. Cuando dañamos, cuando elevamos la voz.

Hay una particularidad del enojo, está muy ligado a la angustia, no es novedad.

A veces cuando algo nos enoja mucho, nos  sentimos mas débiles, ante esa situación de peligro inminente, de que se vienen las piñas, se viene el tiro, el cuchillo. Y uno ahí, indefenso, ante la inmensidad de la incertidumbre. Parado en la punta del pestillo de la granada, que está a punto de salirse. Pero cuando la duda se convierte en seguridad, cuando la pregunta se convierte en respuesta y una voz en la cabeza resalta por encima de todas las otras y te dice: Rompé...se corta todo. Se va la debilidad, la angustia, se abre la canilla, estalla la caldera, los 18chenta y pico de grados de visión se acortan a diez grados que nos permiten ver de frente y no nos importa nada, ni el dolor, ni lo que haya en frente. Lo único que nos puede parar es un tiro, un auto, que nos pise un tren, que nos empujen de un edificio.

Escribo esto a modo de prueba, para ver qué sienten cuando los tiento, como quien prende un cigarrillo delante de alguien que está intentando dejar de fumar.

Se alborotan, aprietan los dientes. Sonríen porque saben que de alguna manera los boludeo , pero que tanto ellos como yo también le tienen miedo a los momentos donde la puerta queda abierta.