Tic tac

lunes, 30 de diciembre de 2019

Puedo escuchar como se resquebraja el papel del cigarrillo cuando lo fumo, el viento. El humo se mueve poético alrededor mío. Escucho el tic tac de mi reloj, la noche, si hago fuerza hasta la luna me susurra, y puedo sentirla.


Me distrae el ladrido de un perro, unos segundos...vuelve todo a la calma. Hay olor pasto mojado, no tanto, pero suficiente. El humo invade mas la casa, a la par del silencio.


El virginiano chequea por las dudas, y la historia siempre castigó a todos los hombres que jugaron a ser Dios.


Tic tac, gotas sueltas. 

Si cierro los ojos, me muero...no se si en vida, o muerto de muerto.

Quiero parar el tiempo...














Estigmas

lunes, 2 de diciembre de 2019

Por definición, un Estigma es una marca o señal sobrenatural que aparece en el cuerpo de algunos santos y que es signo de su participación en la pasión de Jesús. Suele aparecer durante el sueño y se hace presente al momento de despertar. 


Me hubiese gustado soñar que la abrazaba, pero no fue así; su perfume abandonó mi cuerpo el sábado por la tarde, dejando estelas de un recuerdo, que no se sabe todavía, si fue soñado, o fue cierto.
Pegó el sol en su sonrisa como el fuego del infierno, ardió, el calor de primavera, la promesa de los cuentos. Fue nuestro el tiempo, lo pedimos prestado, me pregunto de nuevo si todo fue soñado.

De nuevo me siento a conversar con los arquitectos del destino, le paso un mate al universo y sigo, hacia adelante. Como cuando en la balada del Diablo y la muerte aquel se cruza temblando como una hoja y les dice : Me parece que esta vez, me dejaron bien plantado, yo les pido fuego y del bolsillo saco una rama para convidarlos y bajo un árbol del otoño nos quedamos chamuyando. De tantos temas hablamos que ni tiempo a preguntar sobre ella tuve, así que me fui, con ese sinsabor en la boca, de haber conversado tanto, menos de lo importante, y es que, sobre algunas cuestiones destinológicas, ni pistas pueden darnos. Habrá que ser, fluir.

Me desperté, con el estigma de un abrazo suyo en el pecho. y es extraño, porque hace años, que no me abrazaban así.

Recuerdos del futuro

martes, 19 de noviembre de 2019

Como hombre de ciencia no se me permite creer en mucho en las religiones, en el ocultismo, en las magias y en el destino; pero si a fines físicos reducimos las cuestiones y, tomamos el tiempo como una variable y no como una constante, podemos llegar a concebir una zona media y santa entre lo políticamente correcto y lo eclesiásticamente acertado.


La física no ha dado aún con una definición exacta para el tiempo, es mas, si les preguntase ahora para ustedes, qué es el tiempo? muchos dirían que es una sucesión de horas, minutos y segundos, es algo que pasa, es una constante incontrolable, son los años, los relojes, otros dirán que es relativo, en fin, definiciones varias que suman pero no dan con una acertada y totalmente verídica de lo que realmente es el tiempo.


Pasa mas rápido cuando estamos con alguien que nos gusta, pasa lento cuando trabajamos de algo que no queremos, pareciera tener su propio ritmo y al ser relativo no es igual para un ser que para el otro, sin embargo, todos nuestros relojes marcan las 16:31hs en Buenos Aires Capital y las  20:31hs en Berlin. No es condición necesaria, pero si suficiente, que el tiempo sea ese y solo ese, independientemente de como vaya sucediendo.



Puesto en escena y ya pulido el tema temporal, pasamos al vivo facto de la cuestión propia del ensayo, qué , cómo no adivinarlo, tiene que ver con el tiempo..con mi tiempo.



Creo, sostengo y afirmo fervientemente la existencia de infinitas probabilidades que desmuestran que el tiempo como lo conocemos ya ha sucedido todo, y nosotros, nos movemos sobre esa variable en línea recta y hacia adelante, porque solo eso hemos aprendido con los años, a caminar sobre la línea del tiempo en un solo sentido. Si bien en los problemas de la física uno puede dictaminar cálculos a tiempo cero, a tiempo un segundo, a tiempo t cincuenta segundos, mil, dos horas, tres años y luego volverlos hacia atrás, es solo papel , puesto en un experimento que demuestre que si el auto va a cien kilómetros por hora, en una hora habrá recorrido cien kilómetros, sin tener en cuenta la aceleración inicial ni la final, suponiendo que el auto ya se encontraba a esa velocidad al momento de comenzar con el experimento. Ahora bien, no podemos hacer algo parecido en nuestro sistema real de convivencia, lease la vida que llevamos, la tierra que pisamos. Si cerramos los ojos no transformamos las 16:30 en 22:30 ni aunque quisiéramos, porque, repito, solo podemos ir hacia adelante y a la velocidad relativa de cada uno.


Ahora, si el tiempo ya sucedió todo, si todo ya pasó, y si todo está escrito, tiene tanto sentido como lo tiene el aire que respiramos y nos llena los pulmones, ver a alguien, por primera vez en tu vida, y sentir en el pecho que l@ extrañas hace millones de años. Inexplicable, pero cierto, y me pasó.

Fue en una foto, la vi, y como quien se reencuentra con alguien que creyó perdido, despertó en mi cabeza una sinapsis neuronal extraña, atípica; No sabía quién era, ni su nombre, no sabía qué le gustaba, que le molestaba, no sabía qué música escuchaba, su color favorito, no sabía nada, pero nada sobre ella; y sin embargo ahí estaba yo, extrañándola como si un abrazo suyo fuese todo lo que necesitaba para sanar mi alma destrozada, o sanar la suya, que sin saberlo recordé, que también estaba hecha pedazos.

Quedó ahí, en un momento, en una foto, y el sentimiento pasó inadvertido por mi psiquis y yo seguí con mi vida, hasta que días después se apareció frente a mí, la vi, viva, en carne y hueso, estaba ahí, era real, tan real que asustaba, y el corazón se me salía del pecho y ella tan campante sin saber que nos había unido una vida a ambos (yo tampoco lo sabía), tranquila como quien saluda al pasar a alguien que no conoce , y esa vida que nos conectó ya pasó, es parte de otras vidas o es parte del futuro y me asusta, me asustó y me asustará siempre, porque en el momento en el que la miré a los ojos, inadvertido , desbalanceado de mis ejes , aprendí a viajar en el tiempo.

Sentí todo de un tirón. El primer beso, el último, el millón de abrazos del medio. El café del domingo por la tarde, la risa en el pasto, el llanto de aquella madrugada. Sentí la lluvia que nos mojó hasta los huesos, y nos reímos de eso. Un viaje, sentí el calor, de su cuerpo junto al mío una noche de invierno donde el fuego que irradiamos era tan volcánico que los cimientos de la casa temblaban sintiendo aquel siniestro. Sentí la soledad de extrañarla en los otoños, la paz de su cabeza en mi pecho, otra vez el dolor de separarnos caminando, queriéndonos; sentí el regreso, sentí todas las veces que le cociné mientras cantaba, sentí las veces que me miró por el reflejo de la ventana, sentí los chistes, los cigarrillos sin excesos, los te quiero. Sentí sus ojos mirándome como si nada mas importara, y sentí cuando llorando ella se fue, para no volver, y ahí me quedé solo de nuevo, sintiendo, la ausencia que dejó sobre el costado derecho de mi cama. Todo eso junto sentí cuando la vi, y sin conocerla la miré a los ojos.






Escritos

lunes, 18 de noviembre de 2019





Diecinueve de Agosto

martes, 20 de agosto de 2019

Soñé que lo mataba, de nuevo.

17 de Abril

miércoles, 7 de agosto de 2019

Inhalo, profundo, aguanto el aire y exhalo.


-17/04/2019-

Probablemente nunca leas esto, pero lo quiero escribir para sacarmeló un poco del corazón, porque me hace fuerza en el pecho y siento que hoy es un día que todos vamos a recordar, por muchos años.

Quiero hablarte sobre tu viejo, sobre vos, sobre lo que se supone que significás para esta familia.


Tu papá era el tipo mas duro del mundo, me enseñó muchas de las cosas que hoy se. Con el aprendí sobre el respeto, el honor, la camaradería; aprendí a hacer negocios, a leer a la gente. Sobre la noche, sobre el día, sobre los vicios, lo que está bien, lo que está mal, la moral, la ética, el coraje. Tantas cosas pasaron estos años, los anteriores a tu llegada, que me llevaría un libro entero toda nuestra historia. Hay cosas que no querría escribir, y tantas otras que no puedo.

Tal vez él tampoco lea estas palabras, pero si éste texto es para vos, tenés que saber que no te pudo haber tocado un mejor padre que el que te tocó. Sos y serás dichosa por siempre, corre en tus venas la pasión, corre en tu sangre la sangre curtida de alguien que se cansó de pelear y decidió rendirse al amor.

Desde que estabas en la panza ya empezamos a cambiar, no solo él, sino todos, a la par. Mutamos como grupo y como amigos, nos acomodamos a las necesidades futuras y decidimos (aunque ya lo sabíamos) que eras el cambio que todos necesitábamos, y ahora acá estas, entre nosotros, tan imposible que parecía todo y llegaste, con todas las teorías hechas práctica abajo del brazo.

No quiero ahondar en el amor que te tengo sin siquiera haberte visto, ni tampoco escribir un millón de palabras cuando lo que se quiere decir excede a todo vocablo. Puedo tipear por horas, pero en el fondo no importa, lo importante sos vos, la paz, el perdón de todos nuestros pecados.

Lo que si puedo hacer es prometer, sin decirlo, porque no hace falta, ser eterno a tu familia y a lo que necesiten, vos, tu padre, y tu madre. Sos el principio y el fin de un círculo, y la vida de todo hombre cambia al ser padre. A mi no me tocó y espero que no me toque por muchos años, supongo que vendrá el momento y recibiré esas vísperas a brazos abiertos, pero por lo pronto me contenta ser feliz a través de los ojos de mis amigos, de mis hermanos.

Tu viejo es, fue y será una suerte de guía para mí, como Virgilio, porque todo el mundo necesita a alguien que lo guíe por el infierno. Se de cosas que están bien, y de acciones que están mal. Comparto con él cierta brújula que hace que nos llevemos bien y confiemos, uno en el otro. Es importante esa confianza, de ahí partieron siempre todas las acciones. Ojalá puedas verlo con los ojos con los que yo lo veo y lo aproveches, porque a diferencia mía, vos compartís su apellido, y eso te hace brava desde la cuna.

Me pregunto a mi mismo, qué hará falta para dejar la noche? tal vez tengamos que ir caminando hasta la India..y me río, porque ahora India no está tan lejos.


Anclas de libertad

No voy a mentirles, es bastante turbulento el recuerdo del sueño que quiero anclar en estos versos. Me es imposible recordar las paredes, el clima, la vestimenta, como tantas otras veces he sabido plasmar al detalle, casi perceptible a las pupilas como a las huellas dactilares. Es extraño.

Tal vez del sueño lo que mas recuerdo son las sensaciones que me generó, no tanto así la película en si misma, y es por eso, supongo, que lo tengo tan presente. Será que existe una determinada capacidad de memoria superficial en nuestro cerebro a la cual se le asigna, al despertarnos, lo que pasó durante la noche. Si grabamos mucho detalle, perdemos sensaciones; si grabamos mucha historia, perdemos detalles, y si grabamos el dolor, tal vez perdamos todo el sueño.

Como un tiro en el corazón, arrancó de golpe por el principio mas hiriente, un doble tap en el pecho, porque la primer herida es la que corta mas profundo. La vi.

No se si estábamos en la calle, o en algún lado, mi cuerpo no dimensionaba el espacio triárquico (de tres arcos) que nos rodeaba. La tuve prácticamente al lado y se que venía con prisa y frené para mirarla, porque me di cuenta que era ella con el perfil del ojo, mirando de forma periférica, como quien va corriendo y ve con el lateral una vidriera y vuelve sobre sus pasos para pararse delante de ella y verla de frente.

Exclamé su nombre en voz alta con un tono entre la exclamación y la duda, Casciari diría que ese tono se llama deseo. Quería que fuese ella, o bueno, mi subconsciente , el que estaba entretejiendo el sueño que transitaba, quiso que así fuera. Y era ella.

Me llenó una emoción interna inexplicable de reencuentro, hacía muchos años que no la veía, por lo menos 5 o 6, sino mas, y ahí estaba, una parte de mi adolescente pasado. Por supuesto que la soñé con sus facciones de aquel entonces, no sabía si en realidad se había cortado el pelo, si lo había dejado largo, si tenía algún tatuaje o tal vez alguna cicatriz nueva, todavía tibia, de esas que al tocarlas se puede llegar a adivinar el tiempo que tienen en el cuerpo. Estábamos en el presente, eso era sabido.

Me gustaría que la siguiente línea fuese: en cuanto me miró nos abrazamos como dos extraños que piden perdón. Pero no fue así. Se que me reconoció con la misma sorpresa con la que yo la ví, y mi ser, desenvolviendo un amor fundido en aras de decirle cuanto tiempo! cuanto te extrañé, qué haces por acá, qué es de tu vida, cómo estas! se abalanzó a abrazarla con la fuerza de las olas de un mar rompiendo en el acantilado, y a medio metro de ella, levantó la mano en posición de pare, se puso mas derecha y retrocedió dos pasos.

Soy yo ! le dije.
":-Ya se que sos vos", me contestó, bajando la mano pero manteniendo la distancia. No me abraces.
Se puso seria y su cara no exaltaba la sorpresa que yo esperaba, ni siquiera una mueca, como si las fibras internas de su cuerpo no se hubiesen ni movido al verme emocionado por el encuentro. Fría. Distante.

Ese es el primer dolor que el sueño grabó en el disco. Punzante, como la bala en el pecho por la espalda, la herida que mas cortó. Qué hice? por qué esta distancia? está tu pareja cerca y no te puedo abrazar? no querés que te abrace te doy la mano, tal vez tiene un mal día, me habrá confundido con otro? no lo creo, tampoco soy el ombligo del mundo, pero no se, igual no nos vamos a hacer tanto problema por un abrazo, o si? . Que dolor de todas formas, sentí un abismo que desprendió una lágrima en la almohada. LO SE. por mas que al despertar haya estado todo seco.

Hice caso a la señar de pare, como todo virginiano respetuoso y tomé mas distancia aún. Hola! cómo estas? atiné a decirle. cuánto tiempo sin verte.

Muy bien. y vos?

Yo bien, venía apurado y la verdad que no me acuerdo (porque no me acordaba) a donde iba, y te ví. Quién te puso acá? y para qué? por qué me doles tanto? si hace añares que no te pienso.

No tengo idea, me contestó, debería buscar en algún rincón de tu mente, tal vez es el deseo de querer verme y preguntarme como estoy. Pero ya sabes que estoy bien, así que todo es en vano.

Ahí me di cuenta, que había algo raro, como usualmente me pasa. Empecé a escuchar el ruido de un auto que venía a buscarme, no se si pasó por la calle o si inventé el ruido para escapar de la angustia que me generó el rechazo del abrazo y la frialdad de la mente de mi interlocutora. Acostumbrado a tanta mierda durante años imaginé que el pasado de ese entonces iba a ser un poco mas suave conmigo , y al parecer no.

Sentí como un vació de aire en el avión, volvieron a mí los jóvenes dolores de aquel tiempo, ese llanto ahogado de no entender como se movían los mecanismos sociales que me dejaban fuera del común denominador juvenil. Me sentí excluido en mi propia vida, apartado del consentimiento que construí para conmigo mismo todos estos años ; recorrió mi cuerpo la inseguridad de la edad del pavo. Me sentí solo. Me dolía. Algún artilugio cósmico habría querido que ese tipo de herida se abra dentro mio, y puede que sea porque estoy buscando respuestas en el presente cuando en realidad se esconden en los dolores (y amores) del pasado. Es verdad que uno busca la felicidad de quienes se van , este es el caso, para con ella. No se si tanto ella para conmigo, pero estimo que si, sin rencores.

Me tengo que ir, le dije, que cagada que haya sido tan corto este encuentro! me alegro que estés bien.

No le di ni un beso, tenía miedo de romper ese espacio personal amplio que había creado. Cuando me iba me dijo Facu! y me agarró de la mano. Me dio un beso en la mejilla poniendose apenas en puntas de pie, me agarró de la otra mano y me miró desde abajo, de frente a mi. Hizo desaparecer el abismo y lo convirtió en puente, con una pincelada fugaz.

Ya no había en su rostro frialdad, tenía catorce o quince años y el pelo largo como en aquel tiempo, había olor a jazmin y en una de sus muñecas una gomita de pelo color violeta con estrellas de plástico en relieve, bastante grandes. Yo vestía de blanco de repente , como hace años no lo hago. Me dio un papelito y se fue, ella antes que yo. Parecía un ticket de supermercado chino hecho bollo, así medio larguito con un papel fino. Lo puso en mi mano derecha y me la cerró.

Y me desperté. Con una mezcla horrible entre angustia e incertidumbre, a la cual no queda otra que hacerle caso; tal vez los sueños sean el universo queriendo decirnos algo, o como dije alguna vez, tal vez es el destino dejándonos ver por el agujerito de la puerta que da al otro lado , o a los otros lados, por unos segundos, son cuestiones del mas acá . Estaba en mi habitación, había poca luz en la ventana,todavía sentía su beso en mi mejilla,  tenía la mano derecha apretada y ansioso la abrí para leer lo que había en el papel, y ese fue el segundo dolor, el de comprender nuevamente, que había sido todo un sueño... que no la había visto... ni abrazado.

Vivir y morir

viernes, 19 de julio de 2019

Puede que lo que nos mate no esté afuera. Puede que lo que nos mate venga de adentro.

Precauciones a tomar para vivir por siempre.

jueves, 6 de junio de 2019

Cuidado con el alma...que se rompe.







Es el tiempo al tiempo que corre, el viento al tornado, la calma al huracán. Ese aroma de tormenta la señal, de tránsito de pare, deténgase. Continúe. Otra vez es atroz la calma que condena al corazón sin vos, sin voz, que yace boca abajo mirando las nubes del cielo con los ojos del santo, que salvaguarda a los mortales de los pecados. Que somos eternos, que son finitos.
Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificada sea tu historia, venga a nosotros el miedo y hágase la voluntad de entenderlo y de vencerlo. Danos hoy nuestra profecía del mañana, perdona nuestras promesas , porque a veces nosotros olvidamos al prometerlas. Que no nos empujen a la tentación y que habiten en nosotros el bien y el mal.

De dónde viene ésta intermitencia de dolor? En qué lugar del cuerpo habita? Por qué la mente hace presión desde adentro?, cómo algo inexistente, sin masa, sin peso, sin par de trabajo, puede hacer tanta fuerza, suficiente como para mover al mundo, para apagar un incendio, para matar a alguien?

Qué es este color negro que tiñe las tardes de gris y pone al sol con luz opaca en los atardeceres? Por qué la comida pierde el gusto? Por qué no puedo extrañar? Por qué estoy mejor cuando estamos solos?.

Qué soy? Qué fui? Quiénes fuimos? Qué somos?

Qué hice? por qué? para qué? para quién? por quién? por cuánto?

Vale todo esto la pena? Qué es la pena?

A quién le rezo? Por qué rezo?

Quién está escribiendo esto?...


Instrucciones

martes, 30 de abril de 2019

Instrucciones de cómo sacar a un hombre del infierno;



A fines prácticos se hablará de hombre, como de mujer, como de cualquier género que se sitúe entre esos dos extremos.

Primero que nada, el hombre debe saber y ser consciente de que habita en la profundidad del abismo. No se puede liberar a un preso de un lugar que vemos como cárcel y él siente como libertad. Cada uno es preso de su propio fuego, arquitecto de sus propios barrotes y domador de sus bestias internas. 

Un infierno no necesariamente arde. A veces aprieta, otras veces golpea. Cada infierno es un infierno en si mismo, y se apoya en la vida del que lo habita, de nadie mas, de nada más.

Una vez establecidos los límites territoriales del inframundo, cosa que no es sencilla para nada, se debe hacer un recorrido completo de la zona de guerra, analizando bajas, espacios neutros y direcciones hostiles.

El hombre está atrapado allí, hace cuánto? Es a menester saber el tiempo de permanencia. Cuanto mas tiempo ha vagado por allí, mas difícil será despegarlo de algunos vicios, arrancarle recuerdos que lo anclan a las tierras del olvido. Que ironía.

La única manera de atravesar el dolor, es sufrirlo, entonces, hay que sufrir. Hay que dejar que el hombre grite, de dolor, de angustia. Dejarlo hasta que tome la decisión de terminar con su vida, eso no puede suceder; si morimos en la tierra, pagamos los pecados de los hombres en el infierno o ascendemos al cielo. Pero si morimos en el infierno, las chances de lo divino son nulas, Dios, Lucifer, Jesús, Gabriel y otros mas de los que integran la cámara divina de diputados y senadores son bastante difíciles con esas cuestiones tributarias de la zona en la que dejamos de respirar. No es mas que un tema de impuestos y balanza de pagos, pero nos hace mucho ruido a nosotros, los terrenales, que buscamos un lugar en el cielo después de toda una vida de pecados.

Herido el hombre entenderá, que cuando ya no queda fuerza para nada, solo existe en su resurrección la manera de encontrar una nueva energía que lo saque del fondo en el que camina. Las llamas no harán mas que darle el calor necesario para forjar las bases de su renacimiento. Volver a vivir, respirar, ponerse de pie.

Una vez erguido, no se está libre de pecado y culpa, pero si ha hecho un pacto. El hombre debe comprometerse a no repetir los errores que lo han llevado a donde estuvo. Debe ser ejemplo para quienes están en ese camino y debe obrar para alejarlos. Es importante recordar, tatuado en el alma, el pasado oscuro, las decisiones erradas, la vida que se ha abandonado.

Visualizar un futuro brillante, con cambios, drásticos o no, pero cambios al fin. Caminar iluminado por la gracia del señor, entender las energías de la vida, como todo fluye y el universo hace, al fin y al cabo, con nosotros, lo que quiere.

Un hombre que ha salido del fuego reconoce a otro cuando lo ve. Existe, entre ellos, un contrato tácito que los hace hermanos en el sufrimiento y compañeros en el camino de la redención de los pecados

Por último y no menos importante. Una vez fuera. El hombre deberá ser cauteloso con sus sentimientos bestiales, con sus emociones internas y cristalinas, las delicadas, que penden de un hilo, tan volátiles como una granda sin pestillo. Se debe tener en cuenta una pequeña cuestión, ínfima, mas no menos poderosa:

Se puede sacar a un hombre del infierno, pero no se puede sacar, nunca, el infierno de un hombre.

 

En estos versos

domingo, 28 de abril de 2019

Cuánta tristeza cabe en estos versos?

No se si estoy entero o a punto de romperme en pedazos, me siento al borde, caminando por la línea que separa mi mal del bien.

No se del futuro incierto, de este tiempo, de este abril.

Tengo miedo de que este no sea el camino, pero de todos , es el que estamos transitando, y no hay retorno.

Nadie puede volver de donde no se vuelve exclamando haber vuelto.

Estamos mas unidos?

Cambiaron las prioridades?

No se si te encuentro en estos versos. No se si me encuentro, en estos versos.

Hago silencio e intento saber de él, pero mágicamente hace 29 días que no aparece por acá, como si me estuviese dando el tiempo de tregua que necesito. Hace mucho no lo converso, y siento en el pecho la ausencia de su fuerza, de ese incendio volcánico, de la voluntad del ser.

No se si es para mí esta paz.

No si si puedo con la luz del día.

No se tantas cosas, que siempre hay mas dudas que certezas y sin embargo apostamos todo.

Como todo se desmorona con el tic tac de un reloj.

Como todos los sueños se tiran del balcón?

Ahí estoy, suicidándome, saltando al vació de nuestra historia, al renglón sin escribir del cuaderno, a las hojas arrancadas de la libreta, hechas un bollo en la basura.

Acá estoy, caminando por todo lo que no escribí cuando lloré por miedo a manchar de lágrimas el papel. Yendo despacio por todo lo escrito lleno de ira, sobre pergaminos color ocre, prendidos fuego.

No te vayas, quedate un whiskey mas.

Abrazame  y besame, no me toques que duele, pero besame que duele sino, vos conocés la salida, dejame solo, no me dejes por favor.


Lote 13

miércoles, 24 de abril de 2019

Piedra libre, calma, agua pesada.



Sentimos que fue otra vida la que nos atravesó hasta hace seis años. Es decir, vivíamos inmersos en el subconsciente de un ser que existía, pensaba, hablaba, vivía; ahí estábamos, asomando los ojos por encima del agua quieta, como un espejo. Empujábamos a veces en direcciones opuestas para que algo vibre dentro y la balanza se incline un poco, él (nosotros, no todos) siempre tan metódico, imperturbable. Todavía tenemos recuerdos inocentes, de estar ahí quietos y tranquilos, sin hacer ruido, dejándonos llevar.

Era todo tan calmo...el estrés de aquel entonces es hoy una caricia al alma; como lo es siempre, el tiempo asienta todo sentimiento, bueno o malo, enérgico o destructivo.

Un viernes 26, como sucederá en dos días, nos incomodaron filosofías encontradas. Se ramificaron caminos del ser inexistentes para nosotros hasta el momento, no entendíamos nada, pero nada. Reinó el amor, saboreamos la calma, vimos otro sol, otra luz; el aroma de los jazmines y del otoño inundaron nuestros treinta y tres pares de pulmones ficticios y entendimos (o creímos entender) que la felicidad se podía abrazar y besar. Que la vida era Bella. Que la vida era ella.

Que poco y que tanto tiene que ver todo el pasado, con un beso.

Después vino El rayo, vimos la luz, escuchamos el ruido, sentimos el sismo de la electricidad pegando contra la tierra, todo se rompió..y cuando terminó de caer el último cascote, empezó a llover.
Seis años de lluvia, ininterrumpida, ahogándonos de a poco.

Si el desastre hubiese sido solo un sismo, la historia hubiese sido otra, pero no, que difícil es levantar edificios sobre tierra mojada, erguirse sobre el barro sin estabilidad.

La culpa no fue del golpe que dejó la puerta abierta. La culpa fue mia, por haberlos dejado salir, por abrazarlos como mios, y por haberlos usado para exacerbar los deseos de todos y cada uno justificando con un desastre un millón de derrumbes futuros. La culpa es lo de menos, a este punto ya no importa. Reencontrarnos con el pasado es dar vueltas sobre un círculo, cuando lo que hay que hacer es ir al centro. Intentar vivir el hoy es caminar hacia adentro, y el futuro es llegar al punto central cuando la circunferencia ya se movió y de pronto no estamos en el centro.

Este renglón ahora es presente.
El renglón anterior ya es pasado.
El renglón que viene es futuro.
Este renglón ahora es presente, y el renglón anterior ya es pasado.
El futuro es pasado, desde que nace.

La puerta está abierta, desde que la cerraron.

Estamos muertos desde que nacemos.

Nos rompieron el corazón desde que nos enamoramos.

Somos culpables desde que supimos sobre la inocencia.

Somos eternos...desde que entendimos que eramos mortales.


Dolor

martes, 23 de abril de 2019

No es que te quiero olvidar, no te confundas, lo que me duele son esos meses, en los que el sol se apagó, en los que la vida fue mas amarga.


Si cierro los ojos todavía me acuerdo, puedo tantear tu perfume en el aire, el frío, el ruido del viento del otoño. 

Veo tus ojos tatuados en la cruz que tengo en el pecho, escucho como se rompen por dentro, todos mis huesos.

Siento el ritmo del corazón cuando me paro en esas lágrimas, que llovieron, arrasando con todo a su paso, como un tornado de cólera que mezcló el naranja de las hojas en el piso con el negro tinte de la angustia que volaba por el aire.

Extraño mi inocencia, extraño mi ignorancia.

Por mas que lo intente, hoy no hay manera de volver al pasado, tal vez en unos años la haya. ..y si la hubiese no volvería. No se de otra vida ni conozco otro camino que no sea este .

Preso de mi mismo, preso de tu historia, preso del tiempo que pasa y quema cartuchos, que nos cansa. Preso de todo me pregunto, qué es entonces la libertad? Si cuando abren las puertas de la celda, uno no quiere salir.

Sacame de este agujero, que necesito renacer.

Qué hizo Dios cuando bajó al infierno?
Por qué fue a pagar los pecados de los hombres?


Oid mortales el grito sagrado, tempestad, tempestad, tempestad.

 

Corrección

lunes, 22 de abril de 2019

Siempre pensé que con tu llegada todo iba a cambiar por arte de magia; no pasó ni una semana y ya me doy cuenta de que estaba equivocado.

Abril todavía no terminó, pero aún cuando termine, entiendo que parte de mi error fue suponer que las resurrecciones se dan de un momento al otro, que solo hace falta una decisión y lo demás es secundario...pero no es así. Resucitar lleva tiempo. Todo pasa por algo.

Tu nacimiento es la paz de todas las guerras, internas y externas, no creo que vayas a leer nunca estas palabras, mucho menos tu padre, pero la ira que me invade en estos tiempos tiene la capacidad de demoler edificios. Por qué el pasado no se puede cambiar? Por qué los rumbos? Qué se puede hacer a partir de acá?.

Solo yo conozco las esencias de esta rebelión, las chispas de este fuego que me inmola, y cada vez que me acuerdo por qué es que estoy enojado, me enojo mas, soplo los carbones del incendio y se alza hacia arriba una llama mas grande y ardida. La sensación es horrible, tan fea y cruel como el mismísimo paso del tiempo y me enoja aún mas, que lo que me hace doler sea también la única solución, el tiempo.

En definitiva la única manera de atravesar el dolor, es sufriéndolo. Que iluso fui al creer que todo terminaba, que la felicidad y la calma estaban a la vuelta de la esquina, pero no, siempre va a haber algo que nos golpee y nos obligue a no descansar de nosotros mismos. 

El día en el que estemos en paz, será el día de nuestra última muerte.



Versatilidad

sábado, 6 de abril de 2019

Escrito no se cuando, por no se cuál de todos.




Me encuentro a mi mismo preguntandome cosas sin sentido, o con sentido, divagando cual turista por los rincones de mi mente...

Llegan los domingos a la noche y estamos mas cerca del whiskey que del agua mineral; no en un sentido alcohólico, mas bien en el sentido del ahogue de las penas, de la búsqueda de la redención, del afán del futuro incierto. Me atragedia la mente pensar, en mañana, en pasado, en meses, en años. Siento que hay un amor propio por la vida que no estaría teniendo, por el reinado de cierto egoísmo, del que ya murió una vez y sabe que la vida que le queda es un regalo del cielo...y como todo regalo, no se aprecia como si se hubiese trabajado por él, por el contrario, en mi caso, lo menosprecio.

No debería, la idea siempre es amar la vida y atesorarla como el mas preciado de los bienes...no me estaría sucediendo. El intento de alejarme de situaciones peligrosas no funciona, son un vicio, el dolor, la clandestinidad, la sangre roja en el aire, el hueso roto, el olor a pólvora.

Claro está que en las esquinas del barrio espera la muerte, en un café, en el aroma del cianuro interpolante, pero...si la muerte nos espera en todos lados, entonces caminar, correr si es necesario, no quedarse quieto a verla venir. Por índices probabilísticos pueden suceder dos cosas, que nos alejemos de ella , o que la choquemos de frente.




Tenía un sueño escrito, en mi mente, y no lo escribí al despertar, se borró. Busco recordar y no lo veo, encuentro piezas sueltas, fotos, palabras, no las conecto.
Lo persigo y me enerba no hallarlo, habiendo tanto recuerdo innecesario, no puedo acceder a éste. Tal vez en unos meses lo escriba, como una historia que se me ocurrió en el momento, y ahí estaba, corriendo en el subconsciente, germinando las raices de lo que fue en su momento para arraigarse a una parte de la mente que me hace ruido y me enoja. Para qué? cuál es el secreto del mas allá, del cerrar los ojos. Debe ser simple, tan simple que en mil años , cuando lo sepamos, enterrarnos vivos querremos al haber sido tan incrédulos, tan lentos.

Hace mil años el rayo era la representación de los dioses. Hace mil años la gente moría de un resfrío y era la voluntad de los seres divinos. Hace mil años la tierra era plana, hace mil años el hombre no había llegado a la luna.

Así y todo, el triángulo de las Bermudas.

Tal vez la mejor forma de encontrar esos sueños ya soñados en vidas anteriores es dejar todo y adentrarse en el equilátero. "Abandonar aquí todas las esperanzas" y entrar, someternos a perder todo. Entregar nuestra vida a cambio de saber la verdad y, si es la que nosotros pensamos, pues será solo una cuestión de reencarnación.


Años más, años menos

domingo, 31 de marzo de 2019

Miro el Calendario.

Me daba vértigo leer Abril en un papel o en una pantalla. Me asusta todavía... Es de alguna manera la sensación de todos los años, angustia, dolor, incertidumbre.

Tal vez fui yo, todo este tiempo, el que le puso tanto peso a lo que pasó, y lo reconozco. Siempre nos aferramos mucho al pasado para justificar acciones del presente, pero ya no mas, nunca mas.

Es hora de sentarnos a conversar con nuestros fantasmas, con nosotros mismos. Empezar a arder.

Es extraño, meses esperando éste día, y ahora que estamos acá, lo recibimos en silencio, como a la muerte cuando pasa cerca. Ya estamos sentados tranquilos en la antesala del infierno, esperando a que el azar haga su jugada.

Cuanto tiempo pasó, desde los primeros errores? Cuántos años inundaron la ciudad?

Cuanto dolor y soledad, tanto de todo. Basta. Ya me duele el alma de todo esto, y siento por fin el resplandor de la luz del tunel.

Nos entregamos, me entrego a vos, por obra y gracia del Espíritu Santo, para que hagas conmigo lo que haga falta. Tenés treinta días. Ni uno mas, ni uno menos.

Cuando todo esto termine, vos y yo estaremos iguales, y ninguno le va a deber nada al otro.

Todos estos años pensé que por momentos, Dios me contestaba, y ahora, que estamos en paz, me doy cuenta de lo iluso que fui, al creer que era especial, y que hablaba con él, porque siempre fuiste vos el que me contestó, angelical, vestido de mentira, con otra voz. Basura.

Quiero seguir creyendo que todo lo que hicimos estaba escrito, que somos herramientas del cielo, como todos los humanos y que vos y los otros no son mas que un pedazo de mente que puedo controlar porque el que manda soy yo. YO.

Acordate, que cuando esto termine, si salgo vivo, voy a ser distinto, y no vas a tener la inferencia que acostumbras en mi persona.

Treinta días y restando, que empiece la guerra.

Vida, muerte, resurrección.
Pecados, redención.

Renacer

miércoles, 6 de marzo de 2019

Lo difícil de la resurrección no es resucitar, en si mismo, es decir..debe ser arduo, no digo que no, pero hay algo más dificultoso de volver a nacer, y es saber cuando.

Usualmente la gente que revive (porque la hay, y a montones), no suele tener idea del momento en el que eso sucederá. Señales mas, señales menos, el día D los ataca casi por la espalda , de imprevisto. No los deja despedirse, no los deja prepararse, y se encuentran de un momento al otro en la desesperada necesidad de renacer de sus cenizas, reinventarse...o dejarse ir.

Existían dos pequeños pueblos en las afueras de Postdam, Alemania. En ambos vivían familias felices que se dedicaban al cultivo, a la música, al arte, a la naturaleza en general. Bebían vino, criaban a sus hijos, cuidaban a sus abuelos. No existían mayores diferencias entre los pueblos, alejados uno del otro, carecían de buena comunicación con el mundo exterior, pero al tener todo lo necesario para subsistir, mucho no les importaba. Solo dos comerciantes, uno de cada pueblo, viajaban a las afueras para abastecer a sus clientes con innovaciones de la época, así que éstos eran quienes manejaban información privilegiada recopilada en sus viajes. Información que no valía mucho, pero información al fin. Con el tiempo se volvieron viejos y ya no frecuentaban el mundo exterior, hasta que un buen día, allá por el año 1944, los comerciantes recibieron la noticia del fallecimiento de un amigo en común y emprendieron viaje a Berlin. 
No eran conscientes de la voracidad de la guerra, en los pueblos no había radio, ni periódicos.
Aterrorizados por el espanto, al volver a sus tierras, comunicarían las novedades sobre los avances de los aliados, sobre la sangre derramada y sobre las locuras del canciller.
Uno de ellos llegó a su pueblo y contó, casi vomitando las novedades, a todos allí. El otro murió en el corto viaje, de un ataque al corazón...las noticias nunca llegaron.
El pueblo que recibió la data,el primero, se inundó en el pánico, muchos abandonaron (como pudieron) todo y se fueron, otros se quedaron, pero ya no sonaba el piano en el café, los niños no jugaban en el verde, la gente tenía miedo y el lugar quedó inmerso en una penumbra gris, mortífera, no había mas que olor a miedo por todos lados. 
Cada nave que surcaba el cielo fundía un silencio sepulcral entre quienes la escuchaban esperando lo peor. Se habían convertido en la antesala del infierno, sin luz, y con frío.

Por otro lado, el segundo pueblo, ignorando las atrocidades que sucedían a unos días de allí, continuó feliz, alegre, con la vida plena que llevaba cada uno de sus habitantes.


Ambos pueblos fueron destruidos con minutos de diferencia algunas semanas después.
El pueblo "feliz", con los habitantes vivos que quedaron, tuvo que renacer a la fuerza, por obra del destino si se quiere, en medio de un cierto caos, organizado, pero caos. Nadie sabía que pasó, ni por qué, no había quedado nada, pero tenían el espíritu entero, feliz de aquellos días, no había que dejarse vencer, estaban vivos, eso era lo que importaba. Mientras que el pueblo "triste", se levantó sin decir nada, sin caos, ellos sabían que esto iba a pasar, días mas, días menos, pero estaban preparados, ya se habían hecho amigos de la muerte, se habían despedido, ellos sabían cuando iba a ser la víspera de la resurrección, e indudablemente, saber cuando le toca a uno renacer, cambia todo, por completo.


En el momento en el que nos enteramos cuando van a ser las vísperas de nuestra muerte, morimos. En ese segundo ya nos damos por muertos, y todo cambia, atroz, catastrófico. Nos rodeamos de las nubes grises y deja de sonar el piano. Todo es paranoia y el menor ruido es una bomba.
Pero a no desesperar, que hay varios tipos de muertes, y la que se avecina, por suerte, es seguida de resurrección...


Nosotros ya sabemos, de antemano, que éste abril es el último. Que es tiempo de resucitar... Le vamos a permitir un solo dolor más Que duela lo que tenga que doler, que cale los huesos hasta donde pueda, porque él, yo y nosotros, sabemos, a ciencia cierta, que es el final.

Qué se hace entonces? cuando ya sabemos que vamos a morir y a resucitar?, porque claro, solo morir sería distinto. Abrazas a tus seres queridos, vendes todo, te vas a la mierda, no desperdicias un segundo. La resurrección es diferente. Jesus resucitó de entre los muertos, pero primero estuvo muerto. Cuando resucitó, él ya había instalado las bases para reconstruir los cimientos bíblicos que lo llevaron a ser el señor de los milagros, y cuarenta días , CUARENTA DIAS después, subió a los cielos para sentarse a la derecha de Dios, padre todo poderoso.

Qué se hace? si milagros no hacemos, ni somos eclesiásticos.

Podemos tal vez escribirle una carta. Podemos perdonarnos. Podemos borrar el pasado, enterrarlo en una caja, bien sepultado en el fondo del alma y no abrirla mas. Pero no se si puedo, si tengo coraje para dejar TODO atrás. Lo claro es que no se puede resucitar a medias...los vicios quedan. La gente que sobrevivió a la bomba y habían sido avisados, no va a vivir tranquila. Va a seguir mirando por encima de sus hombros, va a tener una atención distinta en la calle..para ellos, los pianos no van a sonar igual, la paz va a tener otro gusto y todo ruido va a seguir siendo una bomba.

Vení Abril, te estoy esperando. Te doy un mes de ventaja para que hagas lo que quieras, pero agarrate, porque esta vez, yo también voy a pelear.

Uno, dos , tres

viernes, 22 de febrero de 2019

En el silencio se puede escuchar como una sucesión de gotas de agua, que caen sobre una piedra, van calando hasta el fondo del sólido. Con un efecto constante e ininterrumpido, el viento dobla al Junco a su gusto, el puño rompe al árbol, el mar vence al acantilado.

El fuego, que lento avanza sobre la madera, densa, húmeda, irreprensible camina de a centímetros hasta consumirla por completo, al carbón, a las cenizas, a redimirse en viento y siendo uno con el universo nuevamente.

El preso pica la pared con una punta improvisada, todas las noches, en silencio, avanzando milímetros en el agujero que mide metros, pero de a milímetros, tres mil días, son tres metros, el resto de la vida es libertad.

El libre, que no es separado de la ciudad por ninguna pared, consume todas las noches, en silencio, de a gramos, ahogándose despacio en un mar profundo. De a gramos, tres mil días, son tres kilos, el resto de la vida, es un regalo del cielo.

De a palabras se escribe un libro. De golpes se mata un hombre.

De a días se vive la vida, y relativamente existen vivencias que valen mas que medias vidas, y existen vidas enteras, que no borran un recuerdo.

El avance lento del veneno no sorprende, es una muerte que viene con dudas, por qué me siento mal? qué me pasará?. No es obvio como un choque, un golpe en la cabeza, que se manifiestan, sangran, duelen. No, el veneno, el cáncer, la enfermedad, no se alzan con bombos y tambores, son los ninjas de Virgilio, y cuando nos damos cuenta, ya tenemos el cuchillo en la garganta. A veces cerca, a veces lejos, a veces tocando y otras ya cortando.

El huracán avanza sobre los pueblos, llevando consigo a su paso, todo lo que encuentra, destruye. Cimientos, almas, estatuas, caen las tierras, las murallas. La naturaleza como ser personificado se sacude un poco en un sismo y se limpia doscientos años de edificios. La lluvia, que inunda civilizaciones, arranca despacio para no tener fin.

Cómo fue que no vi la gota, que no sentí el humo, que no oí la punta, que no gusté la droga. Cómo fue que no me detuve a leer el libro, por qué no dejé de pegarle? por qué no te puedo olvidar? Cómo es que los médicos no lo han visto. Por qué no han observado el mar? puesto un oído en la tierra. Y miren que todo avisa, hasta la lluvia, con el olor a tierra mojada, cuando todavía no ha llovido.

Ese aroma es el deja vu de la tormenta. Verme a los ojos y sentir olor a pólvora, debería ser, para vos, el mismo ejemplo.

Porque el que avisa, no traiciona.


25 de Mayo y Pedriel

viernes, 8 de febrero de 2019

Van a hacer seis años ya, se que te hace falta un café para escribir esto, pero te me quiero adelantar por las dudas, antes de que te vuelvas a romper.

En unos días la vas a conocer, salvando las distancias del relato, no vas a entender nada ese día. No te vas a entender vos, no vas a entender el mundo, la vas a conocer y los esquemas que tenes hoy en el balde, van a romperse en pedacitos.

Vas a creer en todo lo que las religiones profesaban, vas a abrazar a los conceptos cuánticos de la física para poder explicarte la re-.estructuración de tus átomos, se te va a quedar pegado, tatuado en la mente el ángulo de sus ojos mirándote desde un costado, sonriendo, diciendo su nombre.

En unos días la vas a ver entrar por la puerta del aula, haceme caso, yo se lo que te digo, y te vas a enamorar. Tenés que estar listo para eso, no es algo fácil, y hasta donde sabemos, solo pasa una vez. Osea no el amor, sino ese momento, cuando uno no cree en algo y de repente empieza a creer.

Va a soplar el viento cálido de febrero, no va a hacer tanto calor, las seis y pico de la tarde van a abordar por las ventanas traseras dejando entrar los rayos de sol naranjas de atardecer, del día, que ya cansado, va bajando los brazos y a vos te van a quedar tres horas mas de clases por delante. Vas a sentir la injusticia de poder estar tomando una birra viendo el río en vez de estar ahí, fumando una clase de matemática.

Vamos a necesitar que estes sentadito derechito, con una linda camisa y prolijo, es como un bautismo, el nene no sabe que lo van a bautizar, pero cuando lo hacen y se afianza la santa sacristía del creyente,  el wachín está todo prolijo, acorde a la situación y todo cierra. No tendría tanta belleza la historia si empezáramos a creer en el amor a primera vista todos borrachos, con el pantalón por el medio del culo y la remera toda sucia.

Va a entrar por la izquierda de las dos puertas. Va a recorrer el aula con la mirada y se va a sentar dos asientos delante tuyo y uno a la derecha. Ese tiempo que va a tardar en llegar desde la puerta hasta la silla es el tiempo que vos tenes para memorizar sus vanz verdes, sus cuadernos, su mochila, su campera de cuero negra, su pelo atado y su tatuaje. Son imágenes que te van a acompañar el resto de tu vida, así que guardalas bien, en una caja ,donde no se ensucien, y si la caja es ignífuga, mejor, va a tener que soportar muchos infiernos, así que tiene que estar preparada para todo.

La cuestión de esos momentos es tan importantes como los que le van a continuar, como cuando hablaron por primera vez, ella sentada de espaldas a un vidrio, con un cigarrillo y un encendedor en la mano. No te quiero dar mucho detalle para no arruinarte la película, pero otra vez te va a mirar con esos ojos, de costado, por encima de su hombro izquierdo y después le va a sonreír al piso, hablando bajito y riendo en silencio. Te vas a enamorar tan fuerte, que no vas a entender como vivir desde el momento en el que se separen hasta que la vuelvas a ver al otro día. No vas a saber respirar, vas a tener que aprender a hacer todo de nuevo. A cantar sin pensar en ella, a reír, a contar chistes, hasta a trabajar vas a tener que volver a aprender, porque cuando te patean el tablero, no queda una sola pieza en pie.

Vendrán tiempos bellos, de tensión ocular, de mirarse y decirse todo sin abrir la boca. No vas a saber como abordarlos, te vas a poner nervioso como nunca, te va a costar hilar oraciones con la fluidez de tu vocablo. Vas a volver a tener dieciséis. Pero será linda ésta etapa de redescubrimiento, empezando una nueva carrera, dando los primeros pasos en tu segundo laburo y el primer trabajo oficial digamos, sacando el centro atómico que muchas satisfacciones nos ha dado. Esos meses van a ser la cuna del aprendizaje personal, seguidos de la felicidad de verla, del incentivo para ir a la facultad todos los días prolijo, contento, sonriendo, siempre sonriendo, para cuando ella te viera.

Hago fuerza para no contarte, pero no puedo. Va a haber un viernes en el cual a vos no te tocaría cursar, a ella si. La vas a ir a ver, van a caminar por la universidad hasta un descampado rodeado de árboles y van a conversar ahí frente a frente, separados físicamente por unos treinta centímetros (tuve que ponerme un metro en el pecho para medir mas o menos la distancia) y vas a sentir que todo, pero todo desaparece, solo serán ella y vos. Todo Buenos Aires va a frenar en esos minutos. Los autos que transitaban general paz, me acuerdo, van a quedar plasmados como en una foto tomada desde lo alto, van a parecer una corriente de mar congelada en el tiempo, como los pájaros, pintadas de pelos de pincel de artista en una obra del veintiuno (XXI), una suerte de neo-postmodernismo abstracto.
Entre rejas el viento va a intentar penetrar una energía inquebrantable que se desprende de los cuerpos, de tu cuerpo, del de ella, y la electricidad, la electricidad va a arrancar en tu mano, en su cintura, y en tu otra mano, en su espalda, que después se van a unir en un abrazo sin ruido que va a gritar mas que todos los gritos de auxilio y de guerra, y va a sonar Vivaldi, Schrödinger va a resucitar para reescribir los principios de la termodinámica y la metáfora del gato, va a temblar el obelisco, se va a derretir un poco mas rápido el Perito Moreno y van a arder, como nunca ardieron en su vida, van a arder.

Tu cuerpo, su cuerpo, Dios, todo va arder...

Te vas a volver a tu casa cantando en el auto, con tu mejor camisa, con el pelo al viento y la felicidad de quien ha conseguido todo pero todo en la vida. Va a ser el momento mas lindo de tu existencia, simple como un beso y grandioso como lo perpetuo del éxito de concebir el amor en el estado mas puro desde la gestación hasta el primer roce de los labios. Vas a ser feliz, como nunca antes lo fuiste...



Ya tengo mi café..puedo permitirme parar un segundo, alejarme y ver el monitor. Me recuesto hacia atrás en la silla, tomo un sorbo, leo.

Me falta coraje para escribir lo que viene...me falta y me va a seguir faltando. Prometimos no escribir nunca ese abril, el que está por venir. Tomá aire, inflá el pecho. No tengas miedo de paralizarte, va a doler, va a doler mucho pero te prometo, te prometemos que va a pasar. Te van a romper, no vas a saber ni de dónde vino el martillazo que te va a quebrar todos los huesos . Tenés que aguantar, porque si no aguantas, nosotros no vamos a poder escribir esto. Tenés que ser fuerte, y si no podés te vamos a ayudar. Es importante que te comprometas a no bajar los brazos. Vas a tener mucho miedo, MUCHO. Vas a conocer cosas que no pensabas que ibas a conocer. Tu concepto de felicidad va a corroerse de a poco como la chapa con la lluvia y vas a llorar, mucho, pero está bien. Va a estar todo bien, te lo prometo.

Te prometo que te vas a levantar, y cuando lo hagas, vas a ser invencible. Tal vez en el medio tengas que recordarte a vos mismo estas palabras y atajarte para lo que viene. Salvaguardar a tu mente de tu propia mente, entender que siempre estuvimos acá, incluso antes de que empecemos a hablarte, incluso antes de lo que está por venir. Espero que en el futuro, en unos años, cuando te sientes a escribir esto que estamos escribiendo, cierres los ojos y nos escuches hablar desde mas adelante todavía, y espero poder decirte que todo está mejor, que estamos vivos, que somos fuertes, que estamos unidos... que ella es feliz.






RUTA

miércoles, 6 de febrero de 2019

Por qué me iría, a buscar la paz de la ruta?
Qué paz? inexistente.
Que carcel propia... la mente.






Quien mas sabe de todas las muertes, que aquel que estuvo ahí, observando, tomando nota. Siempre sentado a la derecha del padre, haciendo el papeleo, sellando, firmando, escribiendo.


Miró el mar, era fresca aquella mañana, no había sal en el viento y el café seguía caliente entre sus manos. Tampoco sol, solo nubes, cielo y nubes, azul oscuro, espejado contra el agua que se perdía en la lejanía, profunda, serena, como las costas del éste al amanecer, como la conjunción de la mansa y la brava. Esas horas son las del después, las del invierno, el frío en pleno enero, cuando todavía no hay gente en la playa y las gaviotas van y vienen despacio, sin ruido. Parece todo una película, un poema de Borges. Entabló entonces larga charla con la superficie, mirándose a los ojos estuvieron un largo rato, casi sin pestañar, entendiéndose, perdonándose.

Como nos parecemos, nosotros, la vida, el mar, la historia.

Nuestro cuerpo como el último metro de agua, nuestra mente con el fondo del océano, a donde no llega ni el propio océano, que desconoce sus profundidades mas latentes.

No sabía que lugar ocupaba él en toda esa plenitud. Los secretos de Altamar. Amar, Ata, mar, matar.

Miró el mar, como el que observa, inhaló el fresco a los pulmones y supo, que eran parecidos. Cuánta gente pone sus secretos en el agua?, físicos y mentales, evidenciales o retóricos. Cuántos cuerpos habitarán en el fondo? Cuantas lágrimas estarán mezcladas con la espuma, con las olas feroces que gritan y explotan, que chocan contra los acantilados y hacen ruido para expulsar todo lo que no pueden, que esbozan a la distancia todos las súplicas de los que se ahogaron y no fueron rescatados, de los que necesitan que los saquen de ahí.

El mar habla, solo pocos lo entienden.

Yo no me siento conectado con él, pero conozco gente que si, y acarrean penas enormes. Extrañan el agua y se sienten bien en ella. Son uno, es la misma frecuencia, pero pagan el costo de entenderlo y no poder contárselo a nadie.


Quien mas sabe de todas las muertes, que aquel que estuvo ahí, observando, tomando nota. Siempre sentado a la derecha del padre, haciendo el papeleo, sellando, firmando, escribiendo...escuchando todas las reuniones, pasando todos los documentos. Guardando todos los secretos...no por nada se le llama "Secretario" .

Clarín

lunes, 28 de enero de 2019

 " La impunidad bidireccional hace a la viabilidad del asesinato" .


Que tragicómico no?

Ayer hablando con una persona a quien le debo mucho cariño y estima, conversamos entre risas sobre la creatividad de ser un asesino por naturaleza. Fantaseando por supuesto.

Todos somos creativos, vanguardistas. Los hay quienes crean pinturas, cuadros, obras de arte. Arquitectos, médicos revolucionarios; entrenadores con métodos tercermundistas, músicos, cocineros, baristas.

De la creatividad misma parte la receta de lo que se necesita para llevar a cabo el bizcochuelo del éxito. Un poco de locura, algo de inteligencia, método, técnica, horas de práctica, autoconversación, convencimiento y pasión. No hace falta mas que eso y el azar de nuestro lado para que todo lo que emprendamos en la vida se suceda con excelencia.

Un asesinato (por qué no), es uno de los tantos emprendimientos en los que cualquier accionista emocional podría invertir su fortuna.

Siempre tuve una forma de ver las cosas desde ángulos particulares, por supuesto las " cosas" eran partidas de ajedrez, ecuaciones diferenciales o juegos de ingenio. Tal vez la particularidad no era resolver con rapidez, pero si de maneras poco comunes. Nunca fui el mejor en plástica, en dibujo, en  educación física. Siempre carecí de la técnica correcta para darle comba a una pelota en un partido de fútbol, o para hacer un correspondiente y exacto tiro suspendido en un partido de Handball.
Me costaba y me cuesta dibujar cualquier cosa que no tenga líneas rectas o no se pueda llegar a ella mediante reglas trigonométricas.
Carezco de prolijidad a largo plazo sobre la hoja. Soy zurdo. arrastro tinta cuando escribo.
En contra parte siempre abracé la poesía, la literatura. La música. Borges, Cortazar, en épocas de dibujos animados y televisión podrida.
No recuerdo muchos capítulos de los simpsons, pero si veinte poemas de amor y una canción desesperada, o el Santos Vega de Rafael Obligado.


La creatividad es la que nos lleva a  exacerbar la mente, intranquilizarla y forzarla a analizar escenarios por los que no pasamos, a meter variables en las cuentas que ya hicimos, a sumar incertidumbre en cálculos estadísticos y probabilistas.

Seguir los pasos del accionar de las fuerzas armadas o de la policía cuando algún familiar de aviso de una desaparición, o a partir del hallazgo del cuerpo. Debe haber cuerpo o no? (esto ya lo discutimos). Si hay cuerpo hay pecado, y si hay pecado hay culpa y redención . Si no hay cuerpo no puede saberse por qué, no hay mensaje, y sería una pena que lo que debiera ser una muerte recaiga en un supuesto secuestro adjudicado a hampones que nada que ver tienen con uno. Búsquedas interminables, refuerzo de peritajes. Un muerto es un caso semi cerrado, porque ya hay muerto, hay evidencia, resta una autopsia que a ningún lado puede llevarlos si procuramos cuidadosamente no dejar rastros que nos incriminen. Toda muerte debe ser prolija, porque de otra manera seríamos salvajes, y a los salvajes los cazan como animales. El salvaje es descuidado.

Por supuesto quiero reforzar una vez mas la idea de ficción que reside en éstas líneas. Es impensable que nosotros pensemos en matar a alguien, pero me agrada el tinte literario de saborear esta escritura, como quien pasa la lengua por un cuchillo, del lado del filo, sin cortarse.


Hoy leo en internet que encontraron en zárate el cuerpo de un presunto ladrón calcinado y con dos tiros. Me hace ruido pensar en la incidencia que tendrá este caso en la policía Local. Qué tanta fuerza o cuántos efectivos dispondrán para la búsqueda de los responsables del crimen, del supuesto ajuste de cuentas.
Si la víctima fuese tal vez un inocente (depende a los ojos de quién lo mire) , quizás las FF EE (fuerzas especiales) desplegarían todo su herramental en dar con el psicópata autor....pero y si no?
De ahí nace que la impunidad bidireccional existente para los delincuentes que salen al otro día y para los culpables que cohetean a un delincuente y gozan de una vista gorda es, de alguna manera, la que incita al crimen en cuestión. Sea del bando que sea.

Por supuesto, siendo uno de los muchos estímulos, mas no el de mayor importancia.

Ahora por supuesto, reside en quien juzga el saber que la persona que vamos a enterrar, es culpable o inocente, claramente la justicia Argentina debería ocuparse de juzgar. Claramente el pero castigo es la pena del calabozo y no la libertad de la muerte...

Pero a dónde nos empujaste Argentina de mi vida, con tu corrupción, con tu insensatez, sos culpable , tan culpable como nosotros, de las muertes clandestinas de inocentes mal juzgados. sos culpable de la violencia que habita en las calles, de las muertas esperanzas de las abuelas de la plaza. Sos culpable, mi Argentina, de los femicidios desarrollados bajo tu guardia, sos culpable. Sos culpable de los violadores sin condena, de los secuestradores sin pena.
Que culpable, mi Argentina, tan bonita y tan serena, como tu bandera que flamea, alta en el cielo, un águila guerrera, que audaz se eleva en vuelo triunfal?, sobrevolando los cementerios minados de injusticia? agazapando a los corruptos del poder legislativo, que enaltecen sus bolsillos y empobrecen la razón. SOS CULPABLE, mi Argentina querida, de las balas perdidas que matan nenas en navidad. De los asaltos a mano armada que arrebatan navidades. Sos culpable, mi Argentina, de treinta mil luces apagadas, del apagón de Ledezma, de la noche de los lápices, Cromañón, Once, Garcia Belsunce. No me hagas hablar por favor, puedo seguir todo el día.
Sos culpable mi Argentina, querida y amada, de todas las muertes sucedidas, presentes y futuras. Pero así y todo te perdono y creo en vos. Por la Jurisprudencia divina que reina en la llanura pampeana, que nos invita a defender nuestra tierra y nuestra sangre, a todo costo.

Los que tengan corazón, los que el alma libre tengan,
los valientes, ésos vengan, a escuchar esta canción.
Nuestro dueño es la nación, que en el mar vence la ola,
que en los montes reina sola, que en los campos nos domina, 
y que en la tierra argentina, clavó la enseña española.

Hoy mi guitarra en los llanos, cuerda por cuera así vibre:
Hasta el chimango es mas libre en nuestra tierra, paisanos!
Mujeres, niños, ancianos, el rancho aquél que primero
llenó con un solo te quiero ! la dulce prenda querida,
todo, el amor y la vida! es de un monarca extranjero.

Ya Buenos Aires, que encierra,
como las nubes, el rayo, 
el veinticinco de Mayo
Clamó de súbito: GUERRA!
Hijos del llano y la sierra,
pueblo argentino, qué haremos?
¿Menos valientes seremos
que los que libres se aclaman?
De Buenos Aires nos llaman,
a Buenos Aires volemos!

Ah! Si es mi voz impotente,
para arrojar, con vosotros,
nuestra lanza y nuestros potros
por el vasto continente;
si jamás independiente
veo el suelo en que he cantado,
no me entierren en sagrado 
donde una cruz me recuerde
entiérrenme en campo verde,
dónde me pise el ganado !

Cuando cesó esta armonía,
que los conmueve y asombra
era ya Vega una sombra
que allá en la noche se hundía...
Patria! a sus almas decía
el cielo, de astros cubierto,
Patria! el sonoro concierto
de las lagunas de plata,
Patria! la trémula mata
del pajonal del desierto.

Y a Buenos Aires volaron,
y el himno audaz repitieron,
cando a Belgrano siguieron,
cuando con Güemes lucharon,
cuando por fin se lanzaron
tras el Ande colosal
hasta aquel día inmortal
en que un grande americano
batió al sol ecuatoriano
nuestra enseña nacional. 


Y entonces por qué?

jueves, 17 de enero de 2019

Por qué te fuiste?





No entiendo por qué dejaste de hablarme, de un día para el otro, como si no existiese más, como si nunca nos hubiésemos conocido.
No se que te pasa, estás distante. Respondes tarde mis mensajes, si es que tenés ganas.
Tus contestaciones son cortas, monótonas. Te digo de vernos, nunca podés. Pasó algo? hice algo mal?
Es que llega un punto en el que nos cuestionamos el interior, rememoramos los pasos dados para ver cual fue el que pisó fuera de la línea, y no lo encuentro.
Sería mas fácil que me dijeras :- No te quiero ver más por ésto ésto y lo otro. PUNTO , ya está, me olvido de vos y a otra cosa, pero no, desapareces, te asomas, te volvés a ir, y yo así no puedo.
Lo que peor me hace es la mentira, porque cuando hablamos a veces me decís que tenés ganas de verme, que todavía me queres, que la pasas muy bien conmigo, entonces cada día que pasa te entiendo menos corazón! Me duele no poder decir listo, hasta acá llegamos, porque cada vez que lo hago pasan una o dos semanas y te me metes de nuevo en el sistema nervioso, y necesito saber cómo estás, que estás haciendo, si estás con otra persona, si me seguís queriendo, si pensas en mí...y no te quiero hablar para preguntar, porque tengo miedo, como siempre, a que no me respondas.



El gris del cielo, da la pauta del horario del café de la mañana, de los libros a leer, de la lluvia por llover. La biblioteca, estanca, de madera y polvo, marca paso por madera y paso por paso del reloj y las agujas, marca tiempo sin ser tiempo, data misma de la antigüedad de la reliquia. Siniestra, con sus libros negros, de hojas gastadas y mas polvo. La alfombra del centro de la habitación, el piso de madera. Los dos sillones simétricos, la mesa interpuesta, las dos ventanas del piso al techo, mas allá el hall central.
A la izquierda un bastidor con whiskey, a la derecha un escritorio, en el techo una araña vieja y la biblioteca, todavía firme, marcando el paso.
Un cenicero sin cenizas, viento del jardín.
El silencio de la mañana intensifica los ruidos irreconocibles, hace eco del aleteo de los pájaros que todavía no han volado, y se puede escuchar, con cautela, la respiración del otro.
Se escucha y no se toca.
Siempre hay que escuchar, incluso a los mismos libros, que en una mañana de lluvia y frío, nos entregan un sonido particular al pasar nuestros dedos por las hojas, recorriendo las letras con nuestras huellas dactilares. Escuchar y sentir. todo.
Cerrar los ojos para escuchar la música de lejos.
La madera recruje con el cambio de temperatura, los libros quietos.
El piso calmo, la luz, el olor del mar a lo lejos, el ruido de la sal en el aire, mezclada.
Llueve fuerte, y ensordece. Llueve fuerte pero calla, la lluvia calla, calma, ahoga.
El ruido de la lluvia no es intrínseco a las gotas, sino a la superficie que golpean. Cómo vibra, como llega, con que fuerza, a qué techo de chapa, a qué piedra, a qué corazón.
La lluvia, como las balas, hacen ruido cuando salen y hacen ruido cuando pegan. Lo del medio es la poesía , de verlas caer.
En el interior de la casa, la biblioteca, el whiskey, destapado, dos copas servidas, un grito en el umbral, ahogado en susto e incertidumbre.
Sobre el escritorio un cuerpo sin vida. Un trabajo sucio, limpio pero sucio.
Con cuerpo hay homicidio, sin cuerpo hay búsqueda, posible secuestro. Con cuerpo hay mensaje escrito. Sin cuerpo, incertidumbre.
La ubicación apagada.
Ya mas calmo, y después de ducharse, todavía llueve, todavía hace frío, estamos lejos. Un mensaje. Quién será?

No entiendo por qué dejaste de hablarme, de un día para el otro, como si no existiese más, como si nunca nos hubiésemos conocido [... ] y no te quiero hablar para preguntar, porque tengo miedo, como siempre, a que no me respondas.

Respiro a mis adentros, me persigno en nombre del padre, del hijo , del espíritu santo. Dejo el teléfono, tomo whiskey, lloro en silencio y vuelvo a hablar conmigo, a preguntarme una vez mas: hasta cuándo todo ésto?
No veo la hora de que nazcas, así por fin podré morir, o por lo menos morir yo, el que está escribiendo esto.









Sol y brisa

miércoles, 2 de enero de 2019

Sentí el viento suave de Berlín, en la mejilla, en la oreja, desde atrás, y el aroma a tarde post lluvia soleada. Fue suficiente para hacerme volver.
Cuando todo se está por descarrilar, aparecen en la memoria los recuerdos que nos hicieron felices. Nos piden que nos quedemos, que todavía falta mucho. Es verdad que uno vuelve, a los lugares donde amó la vida.