Tiempo

martes, 5 de octubre de 2010



Casi por debajo de su asiento pudo sentir la vibración del colectivo producida por las rocosas calles de capital, o tal vez fueron las personas (que muy amontonadas estaban) las que lo hicieron temblar.
Apreció la cara de una preciosa niña que llevaba una mochila violeta incluso mas pequeña que la niña misma...ella le sonrio.
Luego asi como por arte de magia..había ella desaparecido...dejandolo solo (con mucha gente alrededor,pero solo).
En ese momento, con un libro entre las manos y observando por la ventana..se dio cuenta de que el tiempo no pasaba tan rápido...o tan lento...que más da.

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