¿Por qué abril?
Transcurría una noche no tan noche, rondando las nueve y
media pero persiguiendo las once y la supuesta hora dormir, cuando la pregunta
invadió una vez más mi ser.
Demás esta decir que las once de la noche no es un horario
verídico de sueño, pero a fines literarios y matemáticos calzaba de manera
precisa.
Qué tiene Abril?, ¿Por qué nos hace mal ?..Digo nos suponiendo que la duda aqueja a más
de una persona, con lo cuál es a aquellas más a quienes ,de alguna manera,
apunta este escrito.
Corriendo un análisis que roza lo clandestino pude discernir
entre varias cuestiones que hacen a nuestro querido mes cuarto un motivo de
análisis mismo. Primeramente el clima, la desaparición paulatina del calor (que
para la década del noventa ya nos habría abandonado dejando un rastro
imperceptible) hace que los nuevos fríos que avecinan la llegada de la nieve
mental, nos sumerjan en una símil-depresión
que asocia al frió con la falta de sol, con la corta duración del día,
con los recuerdos de inviernos pasados en presencia de amores que hoy ya no
están.
El frío de una mañana
hace que la cama sea la opción más elegida por las masas y no ,en consecuencia
, la de salir a trabajar o estudiar (que dicho sea de paso, es la elección más
productiva, mas no la más placentera).
Pero antes de adentrarnos en la temperatura y perder
importantes líneas, prefiero dejar de lado ese detalle menor, rescatar otros y,
luego, proseguir con la idea.
Abril es un mes en el cual para los estudiantes
universitarios se comienza a cursar (en la mayoría de los casos). Al
presentarse esta situación, vienen a la cabeza todo tipo de planteos acerca del
sentido que uno le esta dando a su vida, los destinos a los cuales quiere
llegar, metas , medios, formas, pero lo más importante, la pregunta de si somos
o no felices con lo que hacemos , hicimos, o estamos por hacer.
Si bien esta disyuntiva puede aparecerse en cualquier día
del año, es particular una duda masiva general para nuestro querido mes de
Aries, o Tauro si nos situamos casi en mayo.
En realidad para evitar un largo camino de bastos motivos
irrelevantes, vamos a lo nuestro.
Se saben a ciencia cierta algunas cosas, que citando la
tinta voy a mencionar.
Querámoslo o no, llega un momento en el cual nuestra memoria
afloja las sogas que la atan a aquellos recuerdos que nos hacen mal. Deja ir
esas sonrisas que nos llenaron el alma por el motivo injusto de que también nos
hicieron llorar, y esto último, al no querer revivirlo, es el motivo perfecto
para apelar a la justicia de los santos y decir que olvidar es un acto de
defensa propia. Estoy en desacuerdo, y sin embargo no lloro.
Levantarse y ver como pasan imágenes de un cielo manchado de
árboles, mirando hacia arriba por la apertura del techo de un auto, sintiendo
la luz de aquella mañana entrar en cada respiro, girar y verla manejar,
respirar otra vez, saberme feliz y contento de su sonrisa, y yo tan chico, en
edad y en pensamiento. Recordar como nos mirábamos cómplices, nos reíamos, y
disfrutábamos de esos minutos que nos regaló la vida para escapar a la rutina y
ser libres en el tiempo. Esa mañana es un recuerdo imborrable, que no produce
llanto, ni odio ni pasión, del que solo recuerdo el sol pegando en nuestros
párpados, y alertándome inútilmente, que tenga cuidado con mi corazón, pues la
oscuridad es mala , pero tampoco es buena tanta luz. No todo lo que brilla es
oro, y no todos los fuegos sirven para alumbrar.
A veces abrimos los ojos, miramos para atrás, y nos damos
cuenta que el mundo que conocíamos dejó de existir hace años, encontrándonos en
un estado de desentendimiento y no aceptación de que el tiempo corre mas rápido
de lo que podemos discernir, y a veces eso desestabiliza en todos los sentidos.
Abril es un mes que potencia estas miradas hacia el pasado, creo yo.
Estos últimos párrafos que comenzaron a partir de un Memorando
que decia “Se saben a ciencia cierta algunas cosas, que citando la tinta voy a
mencionar.”
Bueno pues, la tinta que quiero mencionar dice mas o menos :
La vida pasa
el sol quema
el tiempo borra
el amor llega y se va
Ese último renglón, damas y caballeros, es la máxima del
escrito.
Si bien la sentencia en sí es bastante catastrófica, y no
del todo verídica, pues casos existen que refutan lo que vuestros ojos leen ,
lo que el corazón siente al abandono; estamos de acuerdo en que no siempre
llega y se va…Pero cuando lo hace..cuando el amor suele irse, desaparecer,
despertar para doler y volverse a dormir en nuestros recuerdos…bueno pues,
asumo que en el noventa por ciento de los casos, cuando “las horas queman”
suele ser entre marzo y mayo.
Y esto no termina hasta que se me acaben los años. Abriles
faltan muchos y en cada uno lloraré; Perdón, de cada uno aprenderé, eso es lo
que quise decir.