Enero pensante.

Quizás deberíamos frenar. acá. Donde no nos costaría mas que unas lágrimas y algunos enojos. Donde solo nos extrañaríamos algunas noches, y mejor ahora en verano, que los cuerpos no necesitan tanto calor, mucho menos el calor del otro.

Quizás deberíamos frenar, antes de que tu sonrisa se impregne en mi iris por completo. Antes de que tu olor confunda el aroma de mis cafés por la mañana.

Tal vez lo mejor sea cortar con esto, que nunca debió haber sido, pero es, y que si se termina nunca habría de haberse terminado porque se suponía eterno, como un pedazo de cielo oscuro sin estrellas donde nos podíamos esconder en paz, sin que nadie nos vea, sin que nadie nos escuche, y ser, existir.

Quizás deberíamos frenar, acá, cuando todavía faltan kilómetros para llegar a la playa, donde en viento todavía no sopla tan fuerte, donde no te quiero tanto, donde no te necesito.

Tal vez deberíamos acelerar, estrellarnos, ir por todo, contra el mundo. Y la frase se desmorona inmediatamente después del punto, porque después qué? , después de destruir todo y estar juntos, vendrá el invierno, y tal vez mi cuerpo no necesite tu calor, tal vez no nos extrañaríamos todas las noches..tal vez la playa no estaba tan cerca, la arena no era tan clara, el viento no era tan viento. Quizás las rosas no eran tan rosas ni blancos los jazmines. Tal vez mis mañanas nos extrañarán tu ausencia, tal vez me deje de gustar el café.

Quizás si. Deberíamos frenar, en este instante. Antes de que el silencio que nos ata se rompa,  delgado, como un papel, tan fino como la línea que divide al bien del mal. Quizás así...sin decirnos nada.