Luz divina

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Otra vez esta hoja en blanco. Otra vez vos, la voz, el ritmo de zamba que nunca avanza, la tormenta de arena.



La gitana tomó las cartas y le dijo que se iba a morir de un tiro, y él , desde ese día, no le teme a la muerte. La abraza, la busca, se burla de ella cuando le pasa por al lado. Yace en la naturaleza del ser humano, y es de público conocimiento, el no saber cómo ni cuándo vamos a morir. Por eso la vida es vida y no solo un conjunto finito de segundos consecutivos, agrupados y ordenados con descendencia y ascendencia que crean el perfecto sistema, la sinergia. Nace de los patrones que van y vienen para darle métrica a la poesía escrita con el ruido de los pasos que hace la gente al caminar, con el aroma de los besos de primavera, de pausas, de a corcheas, abrazo, abrazo, mirada, abrazo ...abrazo...mirada. Que maravillosos, el mundo y el corazón.

Entonces saberlo es escénico ?

Qué cosa?

Saber cómo nos vamos a morir.

Tal vez saber cómo no es tan trascendental.Saber cuándo sin saber de qué forma, eso si sería una apuesta. Imaginen despertar mañana sabiendo que nos quedan 50 años, o 50 minutos. Qué disruptiva la respuesta, preferirían saberlo? es ése tiempo inamovible? o solo se puede calcular en un segundo preciso antes de tomar una decisión equivocada?

Cuándo me voy a morir?

 Está seguro que quiere saber eso?

Si!

Usted morirá en 37 años, 2 meses, 21 días, 5 horas, 17 minutos y 32 segundos.

31...30...29 y bueno puede hacer la cuenta del resto.


Ah si? está segura?

Claro que si, las cartas no mienten.

Entonces el hombre que hizo la pregunta salió de ese lugar, subió al edificio mas alto que encontró cerca , buscó un balcón y saltó, con una nota en el bolsillo que decía: el destino no está escrito.

La gitana no se inmutó, porque las cartas no contemplaron la decisión del hombre, las cartas usaron el pasado y el presente para predecir el futuro, pero el hecho de querer predecirlo, ya lo está modificando. Saber que nos vamos a morir de un tiro no nos hará querer escapar de todo tipo de armas? alejarnos?.

Saber que vamos a morir ahogados no nos querrá alejar del agua?

No confundas el cómo con el cuándo. El cuándo cambia segundo a segundo? tal vez el cómo es lo que permanece inalterado. Tal vez por eso la gente en vez de preguntar cuándo, pregunta cómo?.

Le preguntan mucho a usted? señora Gitana, cuándo van a morirse, o cómo van a morirse?

No tanto como se imagina, consultan mas sobre el amor y sobre el dinero que por la muerte misma, la gente ya le va perdiendo el respeto incluso a las cartas. Cuando escuchan algo que no quieren escuchar dicen que es palabrerío barato. Cuando escuchan buenas noticias, abrazan la clarividencia a un punto religioso. Humanos.

Y entonces dónde está el truco?

No hay truco.

Cómo que no hay truco? tiene que haberlo.

Somos Gitanos, no clarividentes. Una cosa es la percepción y otra cosa es el horóscopo, la astrología; hay tantas magias y tantas energía dando vuelta que es complicado dar en la tecla del tiempo. Por eso solo lo manejan dos personas. El destino y el universo. Vos ya lo deberías saber.

Si, pero y Dios?

Qué tiene Dios?

No puede hacer nada? no es él quien decide sobre la vida y la muerte, la creación?

Estás mezclando las cosas y haciendo muchas preguntas, vos me dijiste que hablabas con Dios.

Así es.

Y entonces por qué no le preguntás a él cuando te vas a morir, o cómo?

No me quiso contestar, me recomendó que si quiero saber esas cosas que lea la viva del domingo o que vaya a ver a una Gitana y acá estoy, con mas dudas que respuestas.

Es medio egoísta pensar que la vida de una sola persona puede ser mas importante que la de toda la humanidad, cómo cabe en la mente que la atención de Dios pueda ser puesta en un solo ser?
Hay aproximadamente 7 punto 53 miles de millones de personas en la tierra. Un día tiene 24hs, cada hora 60 minutos, cada minuto 60 segundos. entonces un día tiene  86400 segundos. Quiere decir que en un día, POR SEGUNDO, Dios debería prestarle atención a 87153 personas. Difícil no? pero así y todo aparentemente puede.
Era mas fácil creer en Dios cuando no existía la iglesia, demacararon todo.



La gitana tomó las cartas y le dijo que se iba a morir de un tiro, y él, sabiendo ésto, confronta todos los días a la muerte, cerca de lo que debería matarlo. Tenemos un contrato con Dios, somos su herramienta, y mientras así sea, somos inmortales. El problema es que cuando uno tiene una parte del poder de Dios, se cree Dios, pero no lo és, ni con un papel en el bolsillo que dice: el destino no está escrito.



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