Miedo y terror un 28

lunes, 29 de agosto de 2016

Arranquemos esta nota diciendo que ayer, 28 de agosto, fui feliz.
No pienso hacer un ensayo literario ni crónico de lo bien que la pasé en mi cumpleaños, no es ese el punto, ni mas lejano, de este escrito en absoluto;pero fui muy feliz.


Break temporal. Se corta el ensayo, se saca la sonrisa, a cara de perro ahora se escribe y con el tono que la situación amerita se lee.


Es algo extraño (y a la vez no) que las personas que mas me quieren hayan dado justo en la tecla de llevarme a un lugar donde te encierran en una habitación y podes, literalmente, romper todo.
No importa lo que había para romper, te daban palos y fierros que podías usar para hacer añicos los objetos que yacían aguardando ser destruidos.

Para los psicóticos disociados violentos reprimidos como yo, salvajes por naturaleza ordenados por una estructura que nos mantiene dentro de los límites aceptados y sociales establecidos en unanimidad por el congreso de las naciones unidas de la concha de su hermana. Que nos digan: te vamos a dar un fierro y podés romper todo, es sinónimo de : tomá, acá tenes la llave de tu candado. Vos hacé lo que quieras.

Uno puede afrontar este tipo de situaciones de varias maneras, aunque si me llevaron a ese lugar, conociendo mis estado particular y actual, la única manera que había de ser violento, era ser violento, y , en efecto, ser yo.

Fue un regalo, es decir, lo hicieron para hacerme feliz, sería casi como haberme regalado un mes de terapia. El tema es que a los violentos nos relaja, pero nos deja desatados.


Cuando uno tiene mucha violencia en el interior, vive reprimiendo toda situación potencialmente hostil, ya que puede hacerle daño a los demás y hacerse daño a uno mismo. No sano.
Estas represiones hacen muy mal al alma, que se va oscureciendo, ennegreciendo sería el verbo. El cuerpo implosiona hacia el corazón y por dos segundos se tiene una arritmia, fuerte, pero pasa y todo sigue igual. Se respira hondo, se mueve la cabeza un poco, y se sigue con la vida. Fue violencia que no fue, fue ira que nació y murió en un instante.
Y así pasa el tiempo y vamos acumulando, estructurados, controlados, pero acumulando.

Creo que a todo el mundo le pasa.

Eventualmente al tener un poder como este, de sabernos capaces de romper todo en una habitación, el gran porcentaje de los humanos rompe, descarga, sale hecho una seda y al otro día todo es felicidad.
Que lástima no ser así.

La violencia para mi es una adicción mas. Y me di cuenta de eso ayer.
Si bien descargo ira cuando entreno, no es lo mismo. sigue habiendo un reglamento, una situación social, un régimen, un sentido de cuidado por lo ageno,Repito, no es lo mismo.

Hablo de lo de ayer.

Tener el control de tu violencia en las palmas de tus manos.

tomé el fierro, como si el pedazo de arma me hubiese elegido a mí, lo sentí. De masa densa, pesado, imaginé por unos segundos que al ser mas chico que el resto de los palos y fierros que había para elegir tal vez ese era uno de los no favoritos, pero un futuro ingeniero sabría que es preferible algo pequeño de mas masa que algo mas grande y poco denso, simil a seleccionar darse la cabeza contra una pared de algodón o contra un ladrillo de acero.
Sentí al instante el control , esa sensación de límites cayendo ante mis ojos antes de entrar a ese cuarto, me sentí poderoso, y en el pecho una arritmia, conjunta de todas las arritmias reprimidas que querían salir como un tropel.
Me encerraron en ese lugar, lo examiné, abordé la situación con calma, miré hacia afuera con placer, como quien está a punto de violar todas sus reglas y lo festeja, y busca festejo en quienes lo acompañan. Fue lo mejor y lo peor que pudieron haber hecho.
El primer golpe era la prueba, era el feedback, el primer pie en el agua para testear la temperatura.
Fue violento pero medido, fue un apretón de manos con mi violento interno, un gusto volver a verte, cómo estas?.
Apenas di el golpe, el sonido me estremeció de pies a cabeza, y Facundo, que hasta ahora estaba de brazos cruzados en mi cabeza, me gritó Soltame, y de repente en ese instante, no fui mas yo, en ese instante los dejé ser y les dije; hagan lo que quieran.
Se dibujó en mi cara una sonrisa loca, desquiciada y enferma, que buscó las mil maneras de romper las cosas y mil maneras de disfrutar y grabar cada uno de los golpes. Me recordaban todo el tiempo festejando: A VOS ESTO TE GUSTA HIJO DE PUTA. A VOS ESTO TE GENERA PLACER. Y no estaban muy errados.
En un punto estaba solo, y mis amigos junto a mi hermano me miraron, desde adentro y desde afuera, desentendidos, de cómo alguien podía tener tanto adentro para sacar, y disfrutar tanto de esa destrucción. Pero no como se disfruta normalmente. A mi me generaba un placer distinto, era saciedad de adicciones.
Que placer, que adrenalina, que violencia. Cada minuto era mas fuerte, mas duro, mas enfermo. Empecé a pensar qué iba a suceder cuando se terminaran las cosas para romper y consideré seriamente en pedirle a mi hermano que me pegue con un fierro a mí. Ahí me di cuenta que ya estaban hablando boludeces y que había que hacerlos volver a todos a donde estaban, porque esto ya no me estaba gustando.
Me centré, todo terminó, nos fuimos tranquilos y relajados. Transpirados, temblando de la adrenalina.

Supuse que eso era todo, y que había hecho terapia, que iba a estar mas tranquilo.
Cuando me acosté lo único que quería, era romper todo de nuevo, era reincidir. Me calmé y me dije, es violencia remanente, nada de que preocuparse.

Hoy estoy desatado, no me cabe una y no quiero reprimir nada, como cualquier adicto que vuelve a tomar después de mucho tiempo y no le importaría tomar adelante de su vieja. Hoy estoy así, intratable, desatado, desordenado y fiero. No me gusta, pero digo, para qué tanta terapia y represión ? Si nacemos Salvajes y Libres, Por qué nos reprimimos? porque es lo correcto Facundo. Está bien, pero a veces me quiero equivocar y tirar todo a la mierda y matar a alguien,

entonces recuerdo sueños donde mato y recuerdo recuerdos (valga la redundancia) y me quiero morir.

Que ganas de llorar que me da todo esto. Que lindo ser distinto, pero que ganas de ser normal.

Amor, paz, ohm y también la concha bien de tu hermana.

No se.

0 Yes,tell me :