SUEÑO

sábado, 15 de septiembre de 2018

Quiero escribír esto antes de que se me borre, porque es de esos sueños que se te quedan en la retina unas 36hs. De todas formas es solo un fragmento, pero esconde tanto en sus renglones, que alcanzaría para definir todo lo sentido.


Era similar a un quincho del inta de castelar, pero al lado del río. Como si fuesen 4 pilares de tronco, con algunas columnas en el medio, techo a dos aguas y todos los costados descubiertos, rodeado de paredes de menos de un metro. No lo conocía pero sabía que había estado en lugares parecidos en esta vida, en la que escribe el ensayo, y no la del sueño.

Había cuatro mesas largas, dos en una fila y dos en otra, a lo largo del lugar, siguiendo con la línea de la parte mas larga del rectángulo. Cada mesa tenía sus bancos largos a los costados, deberían medir unos 4 o 5 metros.

Yo estaba en una mesa, sentado, de espaldas a la periferia del lugar, y, en la mesa del frente, como si estuviesemos en espejo, estaba sentado el conejo. Tenía una gorra negra, un chaleco de jean, buzo negro, jean, borcegos. Vestido como la última vez que lo vi, que fue ayer viernes a la noche. Se ve que mi cabeza lo ancló. Estaba tomando un cortado alto en jarrito y la distancia que nos separaba me permitía escuchar lo que el decía si lo hacía en un volumen consierable, si hablaba normal me tenía que concentrar mucho en lo que estaba diciendo para develarlo.


Aparecen en cuadro 5 personas, abordando la mesa por el costado derecho del conejo, que estaba sentado a tres personas de la punta. Como estábamos espejados mi lado izquierdo era su lado derecho, así que yo los vi venir por la izquierda. Uno tenía una carpeta en la mano.

El señor Tamanini Esteban?... dice uno preguntando con la vista hacia donde estaba él sentado charlando con parte de la banda. Se lo preguntó directamente a él.

Cinco tipos vestidos normal, edad promedio 45/50.

El señor Tamanini Esteban?

Y el conejo, sin mirarlos, sino mirando a la mesa, exclama, si , soy yo.

Alias "Conejo"? Pregutan nuevamente. Y el cone responde, otra vez sin mirarlos: - Así es, indiscutido dueño del Garden Groove.

El hijo de mil puta sabía que lo venían a buscar,  y lo supe a los dos segundos, cuando al decir eso, cinco de los muchachos se pararon de la mesa, de esa misma mesa donde estaba el conejo y fueron a "saludar " a estos tipos. Hola que tal, encantados, no pude escuchar bien que les dijeron, pero los tipos ,que no eran grandotes ni fórnidos, ni mucho menos, intentaban correrse como cuando se topan con alguien en la calle y ninguno de los dos sabe por donde seguir para no chocarse con el otro. Serán unos 3 segundos de demora? bueno.. en ese interín, en el que nuestros cinco estaban demorando a esos cinco, el cone levanta la vista, a medida que la va levantando le va el último trago al café, terminandoló y mirandome desde el otro lado de la mesa al mismo tiempo. Me sonríe , y mientras se para, aprovechando el pequeño tumulto armado por diez personas a su derecha. cinco nuestros y cinco no. se para, se acomoda la campera y se va, con cierta agilidad hacia la izquierda, a su izquierda, mientras uno de los muchachos invitaba a uno de los tipos a comerce algo, claramente con gracia , y otro de los pibes intentaba sacarle el abrigo, también medio a la fuerza, al dicho de ; pongase cómodo !. Mientras el conejo se iba y desaparecía del cuadro.

Los tipos hicieron algo de fuerza para romper con ese falso encuentro que le permitió al Cone salir del cuadro, y se dieron cuenta de que lo habían perdido de vista, entonces medio como que se armó.
Ahí ya me paré yo, cayeron un par de tipos mas, pero escuchamos ruido y vimos una lancha afuera, que asomaba por la periferia izquierda, mi izquierda, y rodeaba una parte del lugar. Nos asomamos todos a las parecitas a verlo, y claramente era el cone , a toda marcha. Aceleró , pegó la vuelta, y volvió para el lado a donde estábamos en donde a metros había un puente , por donde la lancha pasaba cómodamente debajo. Ancho el puente, de unos largos metros.

A velocidad media lo seguimos con la vista hasta la entreda del puente y corrimos hacia la salida para verlo salir, pero cuando salió la lancha, el conejo no estaba mas, era solo una madera con motor, flotando suelta en un río que estoy casi seguro no era el de la plata.

Me fui. Estaba J afuera con una camioneta negra, no la suya, otro, me mira y me dice. Dale López , metele. Me subo, acelera, y en la parte de atrás, el conejo.

Los demás? pregunté.

Olvidate, no pasa nada.



El sueño después siguió y divagó. Salvando las distancias de la lancha y el estilo james Bond. La escena en la cual se paran los cinco, para demorar a los tipos, me genera una satisfacción que se repite hasta este momento en mi retina y en mi cerebro, y me genera placer, porque fue tan poética la forma, tan poético el tiempo, la mirada del cone, el último sorbo al café. El parecer de que siempre, siempre, tiene un plan para todo, siempre todo resuelto, y nosotros, confiando en él , parados sobre la incertidumbre de no saber todo lo que articula, pero nunca desconfiando.

No sería la primera vez que me tire delante de una bala por él. Y lo haría de nuevo.

0 Yes,tell me :